El intercambio de gestos entre la grada y Griezmann al final del partido es otra de esas malas señales que están apareciendo en el Metropolitano desde el traslado. No ha hecho el francés otra cosa distinta que conservar el balón para defender con él en los pies. No era la primera vez desde el minuto 80 aproximadamente. El Aleti ha empezado a hacer un rondo aprovechando la debilidad física de un Valencia muy competitivo y difícil. Griezmann ha mandado callar a la grada que le ha recriminado haber parado un ataque para consumir el tiempo. Se ha enfadado mucho y con razón porque lo que había que hacer era exactamente eso no alocar el partido a falta de dos minutos. Hay mucha ansiedad en la grada del Metropolitano. Es como si se hubieran apuntado anteayer. Con el 1 a 0 es cuando se sufre y se anima no cuando se pone uno estupendo a pedir al equipo que salga a por el segundo poniendo en peligro lo conseguido. Bien por Griezmann, mal por aquellos que le han montado un lío injusto a y destiempo. Ha hecho lo que le ha pedido su entrenador. Hay que ir al fútbol a entender lo que pasa no convertir aquello en un circo romano. El Aleti ha conservado un resultado magnífico después de un gol de bandera de Correa, El argentino es un caso aparte. En la banda sufre pero trabaja. Es segunda punta y le ponen pegado a un lado donde se embrolla más de la cuenta. El gol es el mejor del año. Simeone ha salido a atacar al Valencia con Koke y Sául en el medio centro. Ha salido bien salvo por los dos dientes que ha perdido Godín y la lesión muscular de Savic. Nueve puntos por debajo del Barcelona y otros nueve por encima del Valencia. Y además en la noche más fría.