En camino - La llama Viva
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En camino

El Colegio del Sagrado Corazón de Placeres había cumplido el Centenario de su Fundación: 1918-2018.

A golpe de timbales y trompetas… de teléfono, whatsapp, correos electrónicos y del boca a boca, las antiguas alumnas se ponen en marcha para celebrarlo.

¿Cuántos días van a ser?, ¿dónde nos hospedaremos? Ya no son solo las antiguas de Placeres, otras muchas nos unimos para acompañarlas.

Se organiza el viaje por tierra, mar y aire. En Madrid, la Asociación, con su capitana “con mando en plaza” a la cabeza, María Victoria Beruete, organiza, facilita y nos anima a todas. Resulta emocionante oír el pitido del whatsapp para descubrir la última noticia: cómo van a ir las de Mallorca, las de Madrid, las de Asturias, de Valencia, de Sevilla de Granada. El tren con los horarios, unas se hospedarán en Pontevedra otras en la residencia de Marina de la Escuela Naval, las antiguas de Placeres en el Colegio. Todo está previsto: atado y bien atado ….

El viernes a las nueve de la mañana hay que estar en la estación de Atocha. Como todas estamos “estupendas” y a pesar de: “estás igual”, “no has cambiado nada …”, María Victoria con un gran sentido práctico había previsto un “atendo”, para que el servicio de Renfe nos lleve las maletas y

nos ayude a subir al tren por si los escalones están demasiado altos … ¡Ay… nuestras rodillas …!.

Nos faltó Paloma Gómez Borrero para hacer el reportaje.

En el viaje nos presentamos: ¿de dónde vienes?, ¿cuántos hijos tienes?, ¿cuántos nietos y biznietos? El ambiente era de asueto, comentábamos cosas de los años de colegio, de nuestras compañeras, nos sentíamos felices caminando hacia nuestra infancia.

En la estación de Santiago nos esperaban dos furgonetas para llevarnos a Pontevedra y a Marín. El chofer se empleó a fondo para ayudarnos a subir porque los escalones estaban altísimos. Habíamos comido en el tren unos bocadillos de queso Brie con jamón y otros de tortilla. Eran las dos del mediodía cuando salíamos por la autopista hacia Pontevedra.

El sábado por la mañana, nos reunimos en el Colegio de Placeres. Pilar de la Calle, presidenta de la Asociación de Antiguas, y sus colaboradoras, nos esperaban. Todo era como lo habíamos imaginado: la gruta de Lourdes, las más de cuatrocientas compañeras que iban llegando y el Sagrado Corazón, con los brazos extendidos, como en todos los Colegios.

Fuimos llenando el Salón de Actos. En el escenario Carmen Cervera y Pilinchi Romero, las dos religiosas, trataban de poner orden para que nos calláramos. Definieron el colegio como un BARCO NAVEGANDO 100 AÑOS, CON EL CORAZÓN DE JESÚS EN EL PUENTE DE MANDO, AFRONTANDO TEMPESTADES, SEGUROS DE QUE DIOS ESTÁ “A BORDO”.

“PROA” QUE INICIA NUEVOS PROYECTOS CON VALENTÍA: EN EL MUNDO DEL TRABAJO, DE LA CULTURA, LA POLÍTICA, LA IGLESIA Y LA VIDA CONSAGRADA…

“FARO” SIEMPRE ENCENDIDO, QUE ORIENTA LA RUTA EN LA TRAVESÍA ….

Los recuerdos “NO SON AÑORANZA” sino impulso para continuar la vida cimentada en nuestras raíces.

Gracias a Santa Magdalena Sofía y a las religiosas que nos educaron en la Fe.

Gracias a nuestros padres que confiaron nuestras vidas al Sagrado Corazón.

En la primera fila, representando a todas las Antiguas Alumnas de Placeres, estaba Lulú Vázquez una compañera que ingresó en el Colegio en 1918. En el Acto presentó un libro José Carlos Pascual, con la Historia del Colegio apoyada en imágenes; asistió también una nieta de Avelino Montero, que fue quien cedió a las religiosas el colegio de Placeres.

Quedan muchas cosas por contar: el banquete que nos dieron en el colegio, los atardeceres poniéndose el sol sobre la ría iluminando el horizonte, el ruido sordo y pertinaz del agua golpeando, la marea baja descubriendo los Placeres, la isla de Tambo y los recuerdos de cada una de nosotras: nuestras compañeras, las madres, las soritas …. Recuerdo en mi Colegio de Palma la merienda que nos daban a las internas en la posguerra: un trozo de pan y una onza de chocolate terroso, que nos sabía a gloria bendita.