Los amigos que se van - La llama Viva
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Los amigos que se van

Alguien ha comentado que esta es la mayor crisis de la humanidad después de la Segunda Guerra Mundial.

El Patronato de la Fundación Independiente nos envía un comunicado a los miembros de la Junta Directiva el día uno de abril, anunciándonos el fallecimiento de Ricardo Diez Hochleitner, “un grande entre los grandes”, Una gran persona, amable y ejemplar en todos los sentidos, con una trayectoria personal y profesional ejemplar, digna de admiración.

En el año 2008 fue elegido por la Fundación Independiente “Español Universal”. El homenaje que se celebró fue uno de los más entrañables, multitudinarios e internacionales. En él participaron, además de su familia y amigos, numerosas personalidades del mundo de la cultura, la educación y la diplomacia.

En el homenaje se puso el acento en su larga, fecunda, intensa y trascendente trayectoria, tanto en el ámbito nacional como en el de la cooperación internacional y en el prioritario campo de la Educación.

En el Acto estuvieron presentes la fundación Bertelsmann y Santillana, con la presencia del Capítulo Español del Club de Roma. Ricardo estuvo acompañado por su familia, su esposa, sus siete hijos y sus veintidós nietos.

Como miembro del Comité Permanente del homenaje y sobre todo por el afecto que me unió a Ricardo, con el que estuve en muchas ocasiones departiendo sobre la Educación con mayúscula, en Madrid y en Buenos Aires, a donde fui, como presidenta de la Unión Iberoamericana de Padres de Familia.

En su intervención nos explicó que “fue en Bilbao donde aprendí a querer a España, y luego a ser europeo”; que “solo puede servir al mundo quién tiene sus referencias claras en sus raíces, en su familia…”. Y siguió diciendo palabras muy interesantes de las que me quiero hacer eco en este blog como homenaje y despedida:

“Quisiera hablaros de la educación, de la cooperación, de que el mundo está ahora más necesitado de saber, de formación y de conocimiento, pero sobre todo de sabiduría, quiero resaltar que todo eso es esencial y que la verdadera crisis, en estos tiempos de una muy grave recesión mundial, es una crisis gravísima de valores éticos y morales, razón por la que estamos desorientados y en manos de especuladores, de gentes que no se preocupan de nosotros, que no nos ofrecen una visión esperanzadora de futuro….

Queremos ser ciudadanos, tenemos que ser ciudadanos que vivamos en democracia en el mundo, una democracia global que quiere decir participativa, participación, tanto para definir problemas, como para participar en las soluciones y cooperar, todo ello en el marco de una visión a medio y largo plazo. Unas democracias anticipatorias frente a la visión corta que presentan casi siempre los programas de los partidos políticos y sus líderes.

¿Hacia dónde va el mundo?. No nos conformemos con pensar en este siglo, sino en los siglos y milenios futuros en los que deberán vivir nuestros descendientes. Yo no creo en las biografías luminosas en las que todo es perfecto. Estoy escribiendo un libro que es un recordatorio biográfico en relación con mis vivencias en materia de educación y de los problemas globales. Mi gran esfuerzo y mi alegría es lograr anotar lo que merece mi autocrítica, cuando no aproveché la oportunidad y el tiempo. Creo que eso

es lo que debemos hacer en muestra de amistad, de afecto y de admiración a nuestros prójimos.

Voy a pronunciar unas palabras más desde la cada vez mayor emoción que siento. He tratado de superarla, pero confieso que estoy muy emocionado, muy agradecido, ese es para mí el verdadero homenaje no los títulos ni las medallas. Es el afecto, el amor. Uno no se atreve a utilizar la palabra cuando en realidad, es la palabra más importante de todas.

Al recibir esta distinción, quiero referirme a las dos fuerzas motrices que a mi juicio más nos permiten avanzar en la vida y nos estimulan a servir a los demás: la fuerza del cariño que siempre he encontrado en mi familia, en mis padres, en mi mujer mi principal apoyo y mejor consejera, por mis siete hijos, mis nueras y yernos y por mis nietos que son nuestro mayor orgullo.”

Que estas palabras de mi amigo vayan en recuerdo de todas las personas mayores que están muriendo por el coronavirus.