La víspera del día festivo por la tarde las carreteras se llenan de coches de norte a sur. Los de Madrid se marchan Andalucía a Galicia o a Cantabria y los del norte se van buscando lugares más cálidos para descansar.
La mayoría buscan zonas rurales y pueblos pequeños.
Canarias es el destino de muchos extranjeros e incluso la isla de la Palma con su volcán, resulta atractiva para los curiosos.
Pero no todo el mundo vive esos días de la misma manera.
El COVID, con su nueva variante está aumentando en toda Europa y España no es una excepción, los contagios suben y las colas para vacunarse son interminables.
Los palmeros siguen esperando las ayudas prometidas que no llegan. Hay más cultivos arrasados y más casas enterradas bajo la ceniza.
En la península las nevadas hacen difícil la vida en muchos pueblos, además las lluvias desbordan ríos y el agua penetra con fuerza en las calles y casas arrastrando enseres y mobiliario.
Desde la televisión el hombre del tiempo nos dice: “y todavía no ha llegado lo peor…”.