Las televisiones nos sirven en bandeja toda clase de culebrones, generalmente turcos, con argumentos en los que intervienen personajes malvados, ambiciosos, ignorantes y perversos. Los malos son malísimos y los buenos, buenísimos. Hay asesinatos y traiciones diabólicas para conseguir la fortuna de los que la tienen. También hay historias de amor donde los protagonistas luchan por conseguir la felicidad.
El culebrón español, “Amar es para siempre”, es distinto. Lleva años en nuestra sobremesa analizando la evolución de la España de la transición con una marcada orientación de izquierdas. Los abuelos que vemos la serie estamos ya por encima de esa manipulación y vemos la serie con una sonrisa… Esta serie es ya antigua, comenzó en enero de 2013 y es la continuación de “Amar en tiempos revueltos”. En nuestros días aparecen nuevos personajes que conviven alrededor de la plaza de los Frutos. La familia protagonista, un abuelo y un matrimonio, pasan por el dolor de perder a su hija y ver a uno de sus hijos en la cárcel. El King’s es el lugar de encuentro de todos los personajes de la película. La traición, la amistad, el amor, en esta temporada que refleja los ’80, la homosexualidad, … están servidos en bandeja.
La trama discurre con una filosofía sencilla: todo es según el cristal con que se mira. La abogada, Cristina, vuelve a encontrarse con el médico del que se enamoró en la temporada pasada y del que estaba embarazada, forzando un aborto en Londres, para denunciar la situación de muchas mujeres en los ’80. Cristina, a la que pretende la serie poner como una mujer independiente, sin embargo, decidió abortar creyendo que la había abandonado su novio. Se presenta a secretaria general de un partido político de izquierdas pero es manipulada, sin embargo, por su fundador…
En el despacho coinciden otros personajes, un abogado, Justo, y unos investigadores privados. El supermercado es un escenario de pasiones ocultas donde se descubre que la prima de Ciriaco fue la causante involuntaria de la muerte de su novia…
El toque de humor lo ponen las amigas y compañeras de piso de Justo, que últimamente luchan contra su párroco y algunas feligresas de su parroquia porque defienden a su amigo homosexual con el que trabajan en el King’s, aprovechando el guionista para poner a la Iglesia en un lugar intransigente. Al final tienen que irse a una Iglesia de Vallecas donde los curas son de la Teología de la Liberación. Cualquier oportunidad es buena para meter cuñas …
¿Qué pasará a continuación?