Sí, porque queremos demostrar eso: que la ciudad de León es mucho más que tapas. Capital de fin de semana, parada obligatoria en el Camino de Santiago… este año adquiere una mayor relevancia e interés por ser la Capital Gastronómica de España. Tras Huelva le toca a León demostrar que está a la altura. El año acaba de comenzar y por delante aún tiene diez meses para hacerlo. Si a eso se une una oferta cultural cada vez más amplia, un abanico de alojamientos que van más allá ‘de los hoteles de toda la vida’ y que la llegada del AVE ha contribuido a ‘acercar’ la ciudad con el centro de España se puede decir sin ningún miedo a equivocarse ¡que León está de moda! Y vamos a demostrarlo.
Lo que no conviene perderse
Los mayores puntos de interés se aglutinan en el casco antiguo de León con la Catedral como reina de todos los monumentos de la ciudad. Dedicada a la Virgen Blanca, se la conoce también con el nombre de Pulchra leonina y en su interior alberga un espectáculo que la hace única: sus famosas vidrieras. Hay que entrar dentro para admirarlas. Iniciada su construcción en el siglo XIII es una de las grandes obras del estilo gótico de clara inspiración francesa. Por cierto, no conviene irse sin escuchar de algún guía la famosa leyenda del topo.
Dejamos la Catedral de espaldas (enfrente tenemos la Oficina de Turismo por si queremos más información) y bajamos por toda la calle Ancha –calle abarrotada de turistas y tiendas- hasta llegar al principio de ella. Allí encontraremos un triunvirato imprescindible. 1) El Palacio de los Guzmanes, hoy sede de la Diputación de León, y que la familia que lleva su nombre mandó construir en el siglo XVI. Conviene al menos echar un ojo a su patio interior rodeado de galerías con arcadas. 2) Casa Botines. Levantada en 1892 en solo diez meses es de las pocas construcciones que Gaudí diseñó fuera de Cataluña. El San Jorge y el Dragón lucen en su fachada principal. 3) Plaza de San Marcelo. Plaza donde está la antigua sede del ayuntamiento de León –hoy de carácter más institucional que otra cosa- y la parte posterior de la iglesia de San Marcelo.
Fuera de este circuito hay dos puntos más excepcionales: la Colegiata de San Isidoro y el Parador de San Marcos. La primera es románico puro y no conviene perderse en su interior el famoso Panteón de los Reyes. El segundo es el único ‘pero’ que encontramos en esta capital gastronómica. Está cerrado por obras. Se está realizando una reforma integral del edificio. Y bien que lo que necesita porque el parador a lo largo de su vida ha sido de todo: colegio, hospital e incluso prisión. Quevedo estuvo cuatro años en su cárcel. Pero a pesar de esas obras sí que merece la pena acercarse a su exterior y admirar la plaza donde se enclava.
Que sí, que en León también se come
Y mucho y muy bien. ¿La reina? La tapa. ¿Con qué? Con cualquier bebida que pidas. Lo habitual es irse ‘de cortos’. ¿El lugar? Cualquier punto de León siendo el barrio Húmedo (en torno a su Plaza Mayor porque aquí también hay Plaza Mayor) y el barrio Romántico (pegado al jardín del Cid) sus dos puntos fuertes. En ellos están los bares de siempre como ‘El Flechazo’, ‘la Bicha’ o ‘Camarote Madrid’ que convergen junto a restaurantes que quieren demostrar la máxima con la que empezábamos este post: que León es mucho más que tapas.
Por mencionar a algunos: ‘El Patio’, ‘La Trastienda del Trece’, ‘La Mary’ o ‘Casa Mando’. Comida más tradicional que nada tienen que envidiar a otros que también están en el top ten. Y en estos mencionamos a ‘niMÚ Azotea’, ‘LAV’ o el galardonado con la guía Michelín ‘Cocinandos’.
Comida, visita turística… solo nos falta llevarnos algo de recuerdo. Embutidos (en especial su famosa cecina), quesos, conservas de pimientos y pastas como los Nicanores de Boñar no deberían faltar.
En definitiva: ¡León es mucho más que tapas!
Siguiente ‘Postal’: el nacimiento del río Mundo.
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