'LLÉVAME AL CIELO', CARLA GUENFELBEIN - Libros a pie de calle
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‘LLÉVAME AL CIELO’, CARLA GUENFELBEIN

Es verano, nos vamos de vacaciones y tenemos mucho tiempo libre -algunos, no todos-. Si eres uno de los agraciados y no sabes cómo, o en qué, invertir esas horas en las que hay un vacío de quehaceres, ya sea ocio u obligaciones, ¿por qué no engancharte a una lectura? Sobre todo si eres joven y todavía te queda por delante un mes entero de esas vacaciones escolares eternas que yo tanto echo de menos. Esta vez recomiendo ‘Llévame al cielo’, novela juvenil de una de las autoras chilenas de referencia, Carla Guenfelbein, premio Alfaguara en 2015 por su novela ‘Contigo en la distancia’.

A estas alturas del año quizá no esté ya muy inspirada para escribir una reseña muy sesuda, pero todavía me quedan las fuerzas necesarias para dar un puñado de razones por las que creo que este libro puede enganchar a quién decida agarrarlo entre sus manos. Reconozco que no es un texto que recomendaría a un adulto leído, y es que, como ya he comentado, ‘Llévame al cielo’ es una novela juvenil. Aunque yo la he devorado, me ha entretenido y hasta me ha hecho reflexionar buscando detrás de las palabras. Primera razón para pasar la primera página, lectura ligera y agradable para esta época de desconexión.

Emilia Agostini es la hija de Julian -Agostini también-, un piloto acrobático. Ella ha seguido los pasos de su padre y ya se ha convertido en la mujer más joven de Chile en ponerse a los mandos de un aeroplano, el Señor Especial. Un día, esa persona que ha inspirado su futuro en el mundo de la aviación sufre un accidente y pierde la vida. Emilia cae en una espiral de oscuridad, destrucción y culpabilidad; algo que le lleva a buscar el suicidio. Por ello termina ingresada en un centro para jóvenes con problemas, Las Flores. Un sitio donde vivirá los peores y mejores momentos de su vida.

 

Al llegar al aeródromo, su dolor de cabeza se había agudizado…En un momento, papá me llamó a un lado. Me dijo que tal vez no era buena idea que hiciera esas piruetas en el aire -que requerían el máximo de su habilidad y concentración- con ese dolor de cabeza. -Papá, ellos vinieros a verte. No puedes defraudarlos. Seguro que arriba se te quita – le respondí”

 

Y ahí empieza una trama que Carla Guenfelbein ha construido con fantasía, amistad, amor, superación e ilusión. Una historia que han inspirado, y que la hace más interesante, un personaje real y una teoría también real. Ella, Amelia Earhart (1897 – 1937), una de las mujeres aviadoras más notables de la historia que se embarcó en la aventura que finalmente acabó con su vida; un viaje aéreo alrededor del mundo. La teoría, la demostración de la existencia de un continente llamado Lemuria; una discusión que desconocía y por un momento adjudiqué a la invención de la autora. Pero no, bendito internet, rápidamente descubrí que es muy cierta.

Siempre me gusta destacar citas a otros autores que aparecen en los libros. Carla Guenfelbein ha creado en ‘Llévame al cielo’ un personaje, Gogo, fanático de la literatura; capaz de repetir de memoria textos de grandes literatos. En este libro aparecen incontables maestros, pero si hay uno que me fascina especialmente es Thomas Mann, de quien ha escogido un fragmento excepcional con el que se identifican casi todos los personajes de esta novela.

 

Los sentimientos del hombre solitario son al mismo tiempo más confusos y más intensos que los de la gente sociable; sus pensamientos son más graves, más extraños, y siempre tienen un matiz de tristeza. La soledad engendra lo original, lo atrevido y lo extraordinariamente bello”

 

Después de contar, muy resumidamente, la parte real, llega la ficción, la historia de Emilia, que tiene muchos tintes de verosimilitud. Una joven con problemas muy comunes entre los jóvenes y no tan jóvenes. La dificultad de superar la pérdida de un ser querido, su padre; el hastío por separarse de ese primer amor, Gabriel, debido a causas ajenas y a las que uno no puede enfrentarse, o sí. En definitiva, situaciones que hacen echar la vista atrás y sumirse en el papel de esa jovencita, y esto traerá deliciosos momentos de nostalgia.

Venga, voy a contradecirme. Jóvenes, adultos o entrados en años, pueden darle una oportunidad a esta primera novela juvenil de Carla. Lo peor que puede pasar es que no guste, pero creo que, aún así, aquel que la pille la terminará.

 


 

Autor: Carla Guenfelbein

Editorial: Nube de tinta

Año de Publicación: 2018

Precio: 15,95€
 

¡A leer!