'El dolor de los demás', la importancia de escuchar - Libros a pie de calle
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‘El dolor de los demás’, la importancia de escuchar

Hay momentos, personas o lugares que se convierten en recuerdos y se graban a fuego en nuestra memoria. Muchos de ellos compartidos con otros protagonistas. Aunque parece que todos viven o sienten de la misma forma durante ese lapso de tiempo, las cicatrices que deja la experiencia compartida son de distintas texturas y tamaños. En ‘El dolor de los demás’, editado por AnagramaMiguel Ángel Hernández desnuda su pasado y nos ofrece una reflexión sobre ese momento en el que nos damos cuenta de que una misma historia tiene, casi siempre, distintos puntos de vista.

Una novela autobiográfica en la que el autor describe la búsqueda de la verdad sobre un hecho traumático que ha vivido en su juventud. En la nochebuena de 1995, en un pueblo de la huerta murciana, el mejor amigo de Miguel, Nicolás, asesinó a su propia hermana, Rosi, y después se quitó la vida saltando por un barranco. Nunca se supo por qué. Es veinte años después cuando Hernández decide revivir el pasado en busca de una explicación.

Quiere contar esta historia pero todavía no sabe cómo hacerlo; cómo plasmar su experiencia sobre el papel. ‘El dolor de los demás’ se convierte así en una novela que refleja el proceso literario que ha seguido el escritor hasta su culminación: cómo empezar, dónde buscar y a quién preguntar, qué destacar y qué descartar y, sobre todo, de dónde sacar la fuerza necesaria para lograr acabar el proyecto. Así consigue mantenernos en vilo desde el arranque. A lo largo de estas 300 páginas su obsesión se convierte en nuestra obsesión.


“Durante varios meses esa historia fue ganando espacio en mi cabeza. Abrí un cuaderno y poco a poco fui llenándolo de notas, esbozos e ideas. Incluso me planteé abandonar la novela que estaba escribiendo en ese momento. Sin embargo, a finales del verano de 2014, justo cuando había decidido en firme que mi próximo libro intentaría dejar constancia de las andanzas de mi antepasado infame y vil, llegó a casa el libro de Sergio del Molino y desbarató todos mis planes. Él había escrito lo que yo quería escribir”


Hernández intenta huir del pasado pero no puede, siempre está ahí. Debe lidiar con ese sentimiento que lo invade al destripar aquello que todavía no conoce y que, en ocasiones, lo sorprende abriendo puertas que, inconscientemente, le obligan a resarcirse en el dolor. Así lo cuenta de forma fiel y sincera, por momentos reiterativa. Como si quisiera convencerse a sí mismo de que contar esta historia no es una buena idea. En más de una ocasión se plantea abandonar la escritura de esta obra que, gracias a su perseverancia, ya va por la cuarta edición.

Nos encontramos con una solitaria búsqueda de motivos que cobra sentido en el momento en el que se tiene en cuenta todas las voces implicadas. Sus vecinos también vivieron y sintieron esta tragedia en la que no solo hay una víctima. A partir de ahí es cuando la narración coge fuerza y nos demuestra que, a veces, el sentido de una experiencia no solo radica en nuestras mentes, hay que escuchar a los demás.


“Mientras mi prima hablaba, tuve la sensación de que Rosi resucitaba, de que volvía a vivir. Pero no de ese modo macabro en que ella o Nicolás habitaban en mis sueños o mis recuerdos, sino de un modo más auténtico, más real. Lo tuve claro; en esa conversación había más vida que en todo lo que yo había escrito (…) Y yo, por primera vez, había sentido compasión sincera. Ella había sido una historia, un cuerpo lleno de emociones, una vida. Y él, mi amigo, Nicolás, la sombra que lo había arrebatado todo”


Una historia que se desarrolla en un pequeño escenario (un pequeño pueblo de la huerta murciana) que también adquiere una finalidad dentro de este libro. Hacer una contraposición entre lo que es la vida en el campo, donde todos se conocen, y en la ciudad, que ofrece el anonimato. Con ‘El dolor de los demás’ Miguel Ángel Hernández consigue culminar una obra que, al final, no solo se limita a narrar un hecho, sino que también remueve nuestra conciencia al plantearnos algunas preguntas: ¿Qué se puede escribir y qué no? o ¿hasta qué punto podemos contar sin hacer daño?.
 


 

Autor: Miguel Ángel Hernández

Editorial: Anagrama

Publicación: 2018

Páginas: 305

Precio: 18,90
 

¡A leer!