Teresa Portela Rivas (Cangas de Morrazo, Pontevedra 5 de mayo de 1982) empezó a practicar piragüismo a los nueve años. “Al final llevo desde 1991 colgándome la mochila para ir a entrenar, es mi vida”. Todo comenzó en su pueblo, Aldán. De allí salieron campeones olímpicos como Carlos Pérez Rial o David Cal. La piragüista gallega va a buscar la clasificación para los que serían sus sextos Juegos Olímpicos. Habrán pasado veinte años de su primera participación. Se trata de la reina del piragüismo español. Lo ha ganado todo, pero sigue buscando el sueño de ser medallista olímpica. La guinda del pastel. El final perfecto a una carrera deportiva envidiable.
A los dieciocho, sus primeros Juegos Olímpicos
La carrera deportiva de Teresa Portela comenzó cuando todavía era una niña. A los diecisiete años fue cuarta en el Mundial junior celebrado en Zagreb (Croacia). Rozó las medallas en el K1-500 metros. Un año más tarde, con la mayoría de edad recién cumplida, sumó su primera medalla importante. Fue bronce en el Europeo junior disputado en Bolougne Sur Mer (Francia). De manera inesperada, logró clasificarse para sus primeros Juegos Olímpicos. En Sidney 2000 fue semifinalista en la misma prueba en la que había sido tercera de Europa junior.
El palmarés de la piragüista gallega está formado por una colección inmensa de medallas. Catorce veces se ha subido al podio en Mundiales y diecisiete en Europeos . Ha participado en cinco Juegos Olímpicos logrando cinco diplomas. Dos veces campeona mundial, siete veces campeona europea. Unas cifras que la convierten en una grande de su deporte, nacional e internacionalmente hablando.
El primer oro Mundial llegó en Sevilla en 2002
Portela piensa que ninguna medalla es mejor que las demás. Pero si tuviera que quedarse con una, lo haría con la que significó su primer oro Mundial. Lo logró en Sevilla en 2002. En cuanto a las citas olímpicas, cuenta que le cuesta quedarse solo con una cosa. Sídney fue cumplir un sueño. A Atenas fue con la responsabilidad de haber conseguido medallas en los Mundiales y pensar en la posibilidad de subir al podio. Los de Pekín fueron unos Juegos muy bonitos y en lo deportivo muy parecidos a los anteriores. Los Juegos de Londres, fueron la cita más especial. Sabía que ese año realmente podía subirse al podio. Una mala salida le impidió superar el magnífico cuarto lugar que cosechó. En Río 2016 alcanzó su quinto diploma al acabar en sexto lugar.
Su historial está lleno de triunfos y subidas al podio en Mundiales y Europeos. En 2014 logró la medalla más importante. La de la vida. Fue mamá de una pequeña llamada Naira. “Todo el mundo me decía que me iba cambiar la vida después del embarazo, pero yo no tenía claro si quería retirarme. Pensé en seguir manteniéndome activa por si decidía volver después de dar a luz, y mantuve mi rutina”. Diecisiete meses más tarde se colgó la medalla de bronce en el Mundial de Milán.
Diplomada en Magisterio de Educación Física y licenciada en Fisioterapia. Teresa Portela es auténtica fuera de serie del piragüismo. La bicampeona mundial ha cambiado el lugar donde antes guardaba sus trofeos. Antes iba colocándolos en un corcho en casa de sus padres. Ahora tiene una habitación donde acumula todas las medallas conseguidas y los diplomas olímpicos. Ojalá consiga el billete para los Juegos de Tokio 2020 y se cumpla su sueño de ser medallista.