El 3 de septiembre de 2006, la selección española de baloncesto logró el mejor resultado de su historia. En Saitama, ciudad situada a treinta kilómetros de Tokio, la generación de oro liderada por Pau Gasol y Juan Carlos Navarro se colgaba una medalla de oro inolvidable. Trece años después, en Pekín, en el Wukesong Arena, España va a luchar contra Argentina por un nuevo título mundial. En el mismo lugar en el que los Gasol y compañía se colgaron la plata olímpica en los Juegos de 2008. Oportunidad para agrandar una auténtica obra maestra.
España ha alcanzado de nuevo la final y es algo memorable. La segunda vez en la historia que esto se produce. Como mínimo es ya el segundo mejor resultado de todos los Campeonatos del Mundo disputados por la selección. Un oro o una plata que llegan acompañadas de la clasificación olímpica para Tokio 2020.
Llegar a una final mundial de baloncesto es tan complicado. Alcanzar el último encuentro y que hayas sido mejor que Estados Unidos, Australia, Serbia, Francia, Rusia o Lituania es digno de admirar y de guardar para siempre en nuestro disco duro vital.
Nombres para la historia
Pase lo que pase contra Argentina, Beirán, Claver, Colom, Rudy, Marc Gasol, Juancho y Willy Hernangómez, Llull, Oriola, Rabaseda, Ribas y Ricky Rubio ya son historia del baloncesto español. Y por supuesto el seleccionador Sergio Scariolo que sigue ganando medallas campeonato tras campeonato.
¿Cuál es secreto de La Familia? Que siempre luchan hasta el final. Que sacan el orgullo cuando se necesita. En los momentos clave. La unión que cada vez es más fuerte. Estén los jugadores que estén. Con seguridad y confianza. Un equipo admirable. Ricky Rubio está firmando un Mundial fantástico. Tras la victoria contra Australia en semifinales ha querido mandar un mensaje a los aficionados: “va para toda esa gente que de verdad lucha cada día. Esto solo es baloncesto pero puede ser un ejemplo de vida. Pasan cosas, mil lesiones, mil derrotas, pero al final si sigues creyendo la pelota entra”.
De eso se trata también. De creer. Ellos creen y España entera debería creer. Siempre. No ahora que han alcanzado una nueva gesta. Una nueva final del Mundial trece años después de la primera. Los resultados están ahí. El ejemplo de cómo se debe jugar como equipo. Todos sumando. Sin egos que lo desvirtuen todo. Esto ha dicho Marc Gasol tras anotar 33 puntos contra los australianos: “Estamos muy unidos, trabajamos siempre juntos, somos muy competitivos y siempre luchamos hasta el final, aunque a veces no nos salgan de inicio”.
Los mejores
La selección masculina de baloncesto es, sin lugar a dudas, la mejor selección nacional de la historia. El palmarés en los últimos veinte años lo dice todo. Si sumamos medallas desde la conquista del oro de Saitama en 2006, España alcanza los once metales entre Juegos Olímpicos, Mundiales y Europeos. Solo ha dejado de subir al podio en los Mundiales de 2010 (sexta) y de 2014 (quinta). Once medallas de trece posibles. El oro o la plata del Mundial de China significará la decimocuarta medalla de España en los últimos veinte años. Desde aquel oro en el Mundial júnior de Lisboa. Se mire por donde se mire es una barbaridad.
Si echamos la vista atrás y miramos la foto del oro de Saitama, vemos al actual presidente de la Federación Jorge Garbajosa, a Marc Gasol y a Rudy Fernández. En la final contra Grecia Garbajosa anotó veinte puntos. El jovencísimo Marc Gasol, recién llegado a la selección absoluta anotó dos. Garbajosa fue elegido en el quinteto ideal del campeonato junto a Pau Gasol. Este último no pudo jugar la final por lesión pero firmó un Mundial para enmarcar. La selección ganó los nueve partidos que jugó.
Recuerdos de Saitama 2006
El gran partido de Saitama 2006 llegó en la semifinal contra Argentina. Fue un encuentro épico en el que pudo ganar cualquiera de los dos. A diecinueve segundos del final, el marcador refleja un empate a 74. José Manuel Calderón anota solo uno de los dos tiros libres. España se pone por delante. La última posesión del encuentro es para los argentinos. Nocioni lanza un triple a seis segundos de que suena la bocina y no encesta. España se clasifica para la final.
Españoles y argentinos vuelven a encontrarse en un partido que ya es histórico antes de empezar. En la final se hablará español por primera vez desde que se celebran los Mundiales de baloncesto. Ambas selecciones saben lo que es colgarse un oro. Argentina organizó el primer campeonato y lo ganó en 1950. En 2002 fueron plata. España ganó el de 2006. Ese año los argentinos fueron cuartos. El mismo puesto que alcanzó España en Colombia 1982.