Tras anunciar su retirada, Clint Eastwood resucita con otro golpe de efecto
Blog: Palomitas de Maíz

Seis años después de anunciar su retirada, Clint Eastwood resucita con otro golpe de efecto

cartel tren a parís e invictus

¡Mis queridos palomiteros! Doble sorpresa y grande. El polifacético Clint Eastwood, a sus 87 abriles y seis años después de anunciar su retirada, resucita. En estos momentos prepara su regreso al cine como actor. Había anunciado que dejaba la actuación en 2012, después de protagonizar el filme ambientado en el mundo del béisbol, Golpe de efecto. Ahora en La mula se mete en la piel de Leo Sharp, un hombre que a los 90 años fue detenido por traficar con grandes cantidades de cocaína.

¿Qué le motivó esa abrupta retirada?

Cartel promocional del filme Golpe de efecto, hasta ahora último trabajo actoral de Clint Eastwood

¿Será acaso porque no está en su mejor momento como director? Recordemos que Warner Bros, la distribuidora, convocaba de tapadillo a la prensa el pasado jueves, 8 de los corrientes. Fue al día siguiente cuando se estrenaba en salas 15:17. Tren a París, su último trabajo. Y es que a Clint Eastwood hay que verle siempre. Si es que donde haya lumbreras…

El caso es que tras esta doble sorpresa, una dulce y otra amarga, quiero recordar al filme Invictus. Para mí es uno de los más lúcidos trabajos del veterano actor y director de cine californiano.

Invictus: Nelson Mandela, de cerca

Morgan Freeman realiza una de sus mejores interpretaciones

Como es costumbre en él, cumple con su promesa de rodar una película al año y ofrecernos una de sus genialidades. En este caso se ha responsabilizado del magnífico Invictus (2009), filme protagonizado por Morgan Freeman y Matt Damon. Ambos fueron candidatos al Oscar, ahí es nada. Para armar la trama, Eastwood se inspiró en el best seller de John Carlin, El factor humano. El volumen fue publicado en 2007 y el guión lo ha adaptado Anthony Peckham.

Portada del libro El factor humano, de John Carlin

La película comienza el día de la liberación de Nelson Mandela, después de 27 años de prisión. Jugadores blancos de rugby detienen su entrenamiento para contemplar, malhumorados, cómo el coche de Mandela avanza por la carretera. A su vez, una jauría de muchachos negros le aclaman como un héroe. Todo ello antes de que se convierta en el primer presidente de la República Sudafricana elegido democráticamente.

De las muchas cosas que hizo Mandela, personaje interpretado por un imponente Morgan Freeman, Invictus se centra en su relación con el equipo nacional de rugby, los Springbocks. Un equipo que simbolizaba los ideales y las pasiones de la minoría blanca. Y que Mandela decidió tomar como referente de una nación dividida y aparentemente irreconciliable.

Eastwood, gran director de actores, sintetiza muy bien la personalidad de Mandela

Invictus es una historia cargada de buenas intenciones. Rodada con formidable clasicismo, entretenida e interesante, Eastwood sintetiza muy bien la personalidad de Mandela. También su forma de trabajar y su alto grado de compromiso, le acarreará conflictos con sus oponentes políticos. Incluidos los miembros de su mismo gabinete e, incluso, con su propia familia.

Además, Invictus trata, con realismo y huyendo de lo enfático -de reconciliación y perdón- de la superación de los prejuicios, de inspiración y liderazgo. Y todos estos temas están perfectamente insertados en la trama, con el deporte como magnífico elemento cohesionador.

 

El oscarizado director de cine californiano, Clint Eastwood

La idea de la convivencia interracial, que de locura impensable pasa a ser deseable posibilidad, se apunta nada más arrancar la narración. Es el deseo de Mandela de mantener en el palacio presidencial a todo miembro del personal que lo desee. Sin importar el color de su piel. Tal decisión se traslada también a sus escoltas.

Pero lo más atractivo de la película es cómo Eastwood, en este mundo en el que se valora el éxito a cualquier precio, propone un tipo de vida en el que en el centro siempre está la persona. Por si fuera poco, agrada, y mucho, la cada vez más elocuente defensa de Eastwood de la religiosidad cristiana, rasgo que puede apreciarse en las letras de todas las canciones del drama.

Share and Enjoy !

0Shares
0 0 0