¿Es mejor actor Gary Oldman en ‘El instante más oscuro’ que Brian Cox en ‘Churchill’?
Blog: Palomitas de Maíz

¿Es mejor actor Gary Oldman en ‘El instante más oscuro’ que Brian Cox en ‘Churchill’?

¡Mis queridos palomiteros! ¿Es mejor actor Gary Oldman en El instante más oscuro que Brian Cox en Churchill? Tal vez las comparaciones sobre el político inglés no sean tan odiosas.

Aprovechando el éxito del primero por su encarnación de Churchill, con la que ha ganado su primer Oscar, me parece relevante poner en contraste al otro filme. Entre otras cosas porque las dos historias se estrenaron el año pasado.

¿Qué tiene la primera que la falta a la segunda? ¿Y al revés? Hoy hablaremos de la que no ha sido premiada.

Churchill, lo mejor del actor Brian Cox pero con la competencia de Gary Oldman

Cartel de El instante más oscuro, con Gary Oldman

A Contracorriente Films estrenó en cines españoles el pasado 8 de septiembre Churchill.     

Se trata de un  biopic bélico escrito por la historiadora inglesa de 40 años, Alex von Tunzelmann.  Y está dirigido por el australiano Jonathan Teplitzky (Better than sex, 2000).

La película arranca cuando el Primer Ministro Winston Churchill tuvo que tomar una importante decisión en las tensas 48 horas previas al desembarco de Normandía en 1944.

Durante la delicada situación se vio obligado a enfrentarse con sus generales. Y también con los aliados norteamericanos, antes del momento que se convertiría en el punto de inflexión de la Segunda Guerra Mundial.

Estamos ante el mejor papel del veterano actor escocés

Cartel de Churchill, con Brian Cox

El cineasta australiano maneja la cámara con soltura a través de casi dos horas de metraje. Además, el personaje principal está omnipresente en cada plano. Y es que Brian Cox es simplemente Churchill en cada detalle y gesto. En cada mirada y palabra que sale de su boca. Sin duda estamos ante el mejor papel del veterano actor escocés.

Por su parte, Churchill deja claro que el liderazgo y la determinación no están reñidos con las dudas y la conciencia de estar siendo relegado a un segundo término. Tal vez una suerte de humillación, sentimientos que pugnan en el espíritu de Churchill, a quien trata de sostener Clementine, la gran mujer que tiene a su lado.

A ello contribuye decisivamente algunos planos en que los personajes se mueven con el telón de fondo de grandes escenarios, una interesante forma de subrayar los formidables problemas a los que se enfrentan los que dejan de ser simples seres humanos, con sus inevitables limitaciones.

Tenéis la palabra, palomiteros.