¡Mis queridos palomiteros! Ya estamos en Sábado Santo. Jesús de Nazaret, cine en Semana Santa. Vamos a recordar algunas de las películas sobre el hecho cristiano, que no pueden dejar de verse hoy o mañana. Y es que sin la presencia de Dios en nuestras vidas, todo carecería de sentido. Ayer ya pusimos nuestro granito de arena.
Comenzamos. El Evangelio según san Mateo, del italiano Pier Paolo Pasolini (1964), es la más realista y convincente película sobre “las vidas de Jesús” cinematográficas, aunque se hurtan dos grandes pasajes del evangelio elegido: la designación de Pedro como Jefe de la Iglesia y el Juicio Final.
Seguimos con Jesucristo Superstar, del americano Norman Jewison (1974), es el musical más popular sobre la vida de Jesús, basado en una ópera rock. En él se prescinde de la divinidad y se omite la resurrección. Es el Jesús de la contestación que ha fascinado a los jóvenes de los años 70. El filme respeta la teatralidad en la puesta en escena.
Otra de ellas es Jesús de Nazaret, del italiano convertido al catolicismo Franco Zeffirelli (1977). Es la película más completa, hermosa y moderna expresión de “las vidas de Jesús”, en una recreación literal de los Evangelios destinada al gran público. Pero la perfección, ¿logra trascender la humanidad del conjunto?
Mi favorita: Ben-Hur. Una historia de Cristo (1925, 1959 y 2016). La primera versión, en blanco y negro a cargo de Fred Niblo, es la adaptación de la novela que el general Lewis Wallace escribió en el siglo XIX. En la película sobresalen la batalla naval y la carrera de cuadrigas en el circo.
Vamos a recordar algunas de las películas sobre el hecho cristiano, que no pueden dejar de verse durante esta Semana Santa, y Jesús de Nazaret es mi candidata
La primera de las versiones en color es la de William Wyler. Cuenta la historia de la dominación romana en Israel en tiempos de Cristo. Y la de una noble familia judeo-cristiana esclavizada. Espectacular la secuencia de la carrera de cuadrigas y las interpretaciones de Charlton Heston y Stephen Boyd. Once Oscar certifican el éxito del conjunto.
La última producción es asunto del director ruso Timur Bekmambetov. Se ciñe más a la novela y al hecho histórico en sí, alejándola por completo de la estética del Hollywood engalanado. En ella, se agradece el nuevo perfil que se da a sus dos protagonistas para saber cómo eran antes de conocerse, por ejemplo.
Otra de “peplum”: ¿Quo Vadis? (1912 y 1951). La primera fue dirigida por el italiano Enrico Guazzoni. Sigue los pasos de la novela de H. Sienkewicz. Narra, en la Roma de Nerón, la historia de amor del patricio Marco Vinicius y la cristiana Ligia, el incendio de Roma y la persecución a muerte de los cristianos. Bastante espectacular. La versión del estadounidense Mervyn LeRoy es el remake del filme italiano de título homónimo y también toma las mismas referencias de la novela.
Y por último: Marcelino, pan y vino, de Ladislao Vajda (1954), narra la relación humano y religiosa de un niño (recogido por unos frailes) con un Cristo. La película está inspirada en el cuento homónimo de José María Sánchez Silva y se trata de una de las más preciosas y poéticas películas universales del cine español.
