¡Mis queridos palomiteros! Filmin estrena en España Rosas salvajes, turbadora fábula sobre la presión social. El próximo 4 de mayo, Filmin –a quien nos hemos referido recientemente con motivo del Día del Libro– estrena -VOSE en Filmin (y en VOSCAT en FilminCAT)- en nuestro país la película Rosas salvajes, quinto largometraje de la directora polaca de 45 años, Anna Jadowska.
Ganadora del Premio FIPRESCI del Festival de Cottbus, del Premio Impact del Festival de Estocolmo, y programada en la última edición del Festival de Gijón, relata la historia de Ewa, una joven madre de familia que regresa a su casa después de pasar un tiempo ingresada en un hospital.
Al mismo tiempo, su marido Andrzej vuelve al hogar después de estar tres meses trabajando en el extranjero. Pronto descubrimos que la relación entre ambos está muy dañada, y que hay algo sobrevolando el ambiente que perturba la relación entre los distintos personajes. Un secreto que poco a poco se nos irá descubriendo.
Con un encomiable uso de la elipsis, y una puesta en escena basada en pequeños detalles aparentemente insignificantes, Rosas salvajes es una historia que nos habla de la feminidad, la maternidad y el dominio patriarcal. Uno de los aspectos más llamativos de su producción es que prácticamente todo el equipo está formado por mujeres, de lo cual ya hemos hablado desde estas pantallas: Anna Jadowska es también la guionista, y a ella se suman la directora de fotografía Malgorzata Szylak, la compositora Agnieszka Stulginska, la montadora Anna Mass o la diseñadora de producción Anna Anosowicz.
Filmin estrena en España Rosas salvajes, muy galardonada película polaca
Por su parte, la protagonista, Marta Nieradkiewicz (Estados Unidos del Amor) es una de las actrices del momento en Polonia. La directora prefiere, no obstante, que no se valore su película sólo por eso: “No me gusta este concepto de cine hecho por mujeres, creo que hay muchos cineastas hombres que tienen formas de trabajar muy parecidas, no pienso que importe tanto el sexo como la persona”, afirma.
Rosas salvajes, por otro lado, es una de esas películas que inician su narración en un punto concreto de una historia ya arrancada la historia. Es por lo tanto función del espectador interpretar los motivos que han llevado a los protagonistas a ese momento, no a través de la plasmación de esos hechos previos, sino en función de las consecuencias que éstos han generado.
Así, sutilmente, se va desentrañando una turbadora fábula sobre la presión social, sobre la anemia de libertad, sobre los remanentes de dominación machista, aún presentes en la Polonia de hoy día, y que es necesario observar hasta el mismísimo plano final para llegar a comprender en su conjunto.