¡Mis queridos palomiteros! Día mundial de Star Wars. ¿Por qué lo celebramos? Hoy es 4 de mayo. Un día que inevitablemente los que amamos la saga Star Wars no podemos olvidar. Insisto. ¿Por qué? Por la similitud entre May the Force y May the 4rth. Una de las frases más célebres de esta historia es “May the Force be with you”, que en su día dijo el maestro Jedi Obi Wan Kenobi al joven y primerizo Jedi Luke Sywalker después de que éste destruyera la Estrella de la Muerte. Cuanto menos curioso, ¿no, palomiteros?
La saga Star Wars cuenta a grandes rasgos lo que sucede en una galaxia muy lejana, donde durante siglos ha existido un duro enfrentamiento entre los Jedi, quienes abogan por el orden y la justicia en la República Galáctica, y los Sith, una secta de seres que utilizan el “lado oscuro de la Fuerza” para destruir a los Jedi y gobernar en la galaxia.
Hagamos algo de historia. La saga arranca con el capítulo IV, Star Wars. Una nueva esperanza (George Lucas, 1977).
Le siguió el capítulo V, Star Wars. El imperio contraataca (Irvin Kershner, 1980) -antes de rodar esta película, George Lucas ideó otra historia, pero al final no se materializó en forma fílmica, pero sí literaria.
Merece la pena conocer los porqués sobre Splinter of the Mind’s Eye– y se cerraría la primera trilogía con el capítulo VI, Star Wars. El retorno del Jedi (Richard Marquand, 1983). En esta primera saga -rodada cronológicamente, aunque es la última dentro de la cronología interna de la historia- se presentan todos los personajes principales.
Hagamos historia del porqué sobre el Día Mundial de Star Wars el 4 de mayo
Más de veinte años después del estreno de la primera película de esta primera saga, se iniciaría una segunda, también de tres capítulos, que narraría el origen de estos personajes, es decir, una precuela. La primera de estas nuevas historias arranca con el capítulo I. Star Wars. La amenaza fantasma (George Lucas, 1999).
Le seguiría el capítulo II, Star Wars. El ataque de los clones (George Lucas, 2002).
Y concluiría con el capítulo III, Star Wars. La venganza de los Sith (George Lucas, 2005). Por cierto, como esta película se estrenó el 5 de mayo, buena parte de la comunidad fan celebra también este día en recuerdo de los Sith por su similitud con 5th.
Buena parte de la comunidad fan celebra también el 5 de mayo el Día Mundial de Star Wars en recuerdo de La venganza de los Sith por su similitud con 5th
Pero… el creador de la mítica saga, George Lucas, vendió a Disney –como sabéis ando disgustado por la actitud de esta empresa– su imperio Lucasfilm por 3.125 millones de euros y en estos momentos, dos años después, el fenómeno de La Guerra de las Galaxias está más vivo que nunca. Ahí tenemos a los estupendos episodios VII (J. J. Abrams), VIII (Rian Johnson) y IX (J. J. Abrams), que ya suscitado mucha expectación.
En el caso en que andamos inmersos, la trilogía responde a un orden cronológico, tanto interno como externo, en la que el señor Lucas ejercerá de consultor. Ojalá los chicos de Disney dejen a un lado sus complejos, y dejen que el espíritu de la saga Star Wars continúe impoluto, sobre todo por su carácter trascendente y antropológico. ¡Qué ganas tengo del capítulo IX, tras el éxito del anterior (qué grande el precitado Rian Johnson, al que pude entrevistar cuando debutó en el cine), que ha dejado muchos con un dulce sabor de boca! Por ejemplo a mí.
Dejo a un lado Rogue One: Una historia de Star Wars (Gareth Edwards, 2016), spin-off de la saga que se situaría después de La venganza de los Sith y antes de Una nueva esperanza.
Y Han Solo: Una historia de Star Wars (Ron Howard, 2018), otro spin-off de la película de género espacial, que se ubicaría antes de Una nueva esperanza, dado que la historia narra las andanzas del contrabandista hasta los 28 años y en Una nueva esperanza se nos informa de que Han Solo tiene 29 años.
