¡Mis queridos palomiteros! The House That Jack Built: impertinente Von Trier en Cannes. El pasado sábado nos hacíamos eco de la polémica suscitada en torno al filme Don Quijote, de Terry Gilliam, que se exhibirá finalmente este sábado, 19 de los corrientes, en Cannes. Pues bien, salimos de Málaga y nos metemos en ‘malagón’ por otra polémica en Cannes.
The House That Jack Built, la película con la que ha regresado a Cannes su hijo pródigo Lars von Trier, ha provocado que unas cuantas personas en su pase general salieran en estampida de la sala en la que se proyectó. Sin embargo, cuando terminó la película, los que aún quedaban allí ovacionaron al director de cine, quien siempre ha resultado polémico en este festival.
The House That Jack Built es un thriller de terror psicológico protagonizado por Matt Dillon, Uma Thurman y Bruno Ganz, trufado de imágenes incómodas de violencia, que en algún caso incluye a niños.
Y es que a este director danés de 62 años le va la marcha. Hace siete años fue considerado persona non-grata en esta cine gala por sus declaraciones en las que decía “admirar a Hitler”. Ahora ha regresado al Festival de Cine de Cannes, fuera de competición oficial, con una película que ha causado pasión y división a partes iguales.
Dividida en cinco capítulos, The House That Jack Built está ambientada en los años 70 y narra la historia de Jack (Matt Dillon), un asesino en serie, cruel y despiadado, que repasa los asesinatos que ha cometido durante 12 años para cumplir su sueño: llevar a cabo el asesinato perfecto y no dejar rastro, tal como lo hizo Jack el Destripador. Al igual que en el caso del asesino de prostitutas, sus víctimas son principalmente mujeres.
Se trata de una película extremadamente gráfica, y aparecen imágenes que incomodan a los espectadores, tal y como la escena que involucra al personaje de Dillon disparando un rifle de caza a dos niños pequeños, reventándoles la cabeza. ¡Luego nos escandalizamos con el cine patológico de Tarantino!
Volviendo a The House That Jack Built, el personaje interpretado por Matt Dillon se inspira en el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tal como relató Lars von Trier en una entrevista realizada hace meses.
En esas declaraciones, el cineasta ya compartió su experiencia después de la realización de The House That Jack Built, asegurando que había generado una gran ansiedad y consideraba retirarse de la dirección de largometrajes para hacer cortometrajes experimentales: “Me sentí terrible durante la filmación de esta película. Y no es culpa de nadie, es mi culpa, simplemente estaba lleno de ansiedades y alcohol… Por ello no puedo enfrentarme a la creación de otra película, al menos no de inmediato”.
Tras la proyección de este pseudo producto fílmico, no ha tenido que pasar mucho tiempo para que las primeras reacciones de los espectadores se conocieran.
The House That Jack Built: impertinente Von Trier en Cannes otra vez
Ramin Setoodeh, jefe de redacción de Variety, escribió en su cuenta de Twitter: “Nunca había visto algo como esto en un festival de cine. Más de 100 personas abandonaron The House That Jack Built, de Lars von Trier, que muestra la mutilación de mujeres y niños. Otra mujer dijo que esta película había sido una de las experiencias cinematográficas más incómodas de su vida.
Por su parte, Robbie Collin, crítico de cine en el Daily Telegraph, aseguró que The House That Jack Built son “dos horas y media de pornografía, de tortura autorreflexiva y un puñado de ideas genuinamente provocativas que, exasperantemente, no llegan a ninguna parte”. La película tiene previsto llegar a las salas de Norteamérica en el próximo otoño.
Y digo yo: ¿nadie va a poner freno a películas con este tono? ¿Y qué cultura está generando este tipo de cine? ¿Qué tipo de espectador está dispuesto a consumir cine así?
Ni el pataleo de Roman Polanski por haber sido expulsado de la Academia de Cine americana, ni la reivindicación feminista de Kristen Stewart, siendo actitudes llamativas -censurables según quién- pueden compararse con el definitivo mal gusto de un director que sabe provocar con lo fácil. Y así no vale. Yo no te compro tu justificación, Lars Von Trier.