¡Mis queridos palomiteros! ‘Transamérica’: tramposa visión sobre la transexualidad. Como sabéis, hoy la OMS ha dejado de considerar la transexualidad como enfermedad mental. Por tal motivo, traigo a colación un filme que afronta el tema.
Transamérica cuenta la historia de Bree (Felicity Huffman), una mujer que nació con la anatomía de un hombre. Ha conseguido acceder a la operación de reasignación de sexo que hará que su físico sea por fin completamente femenino. Falta poco para la fecha en la que vea su sueño hecho realidad, pero recibe una llamada telefónica que pone en peligro su meta.
En Nueva York, al otro lado del país, hay un adolescente de 17 años llamado Toby que está encarcelado por delitos relacionados con la prostitución y las drogas. Los agentes tratan de localizar a su padre Stanley y ningún otro familiar puede hacerse cargo de él.
“Aunque el relato mezcla comedia y drama, tiene algunas aristas sin pulir: es respetuoso el tratamiento sobre la transexualidad hasta que ese inicial barniz argumental poco a poco se troca en un reclamo potente sobre la necesidad de cambiar de identidad sexual sin que se aporten poderosas razones”
Corrosivo y trasgresor drama azucarado sobre la vida común americana. Uno de esos firmes y decididos retratos de la América de hoy que últimamente el cine más o menos independiente se atreve a realizar. Duncan Tucker (Boys to men) dirige y escribe esta historia, y sus dotes de dirección de actores resultan efectivas. El reparto cumple con sus roles, y de él destaca la espléndida Felicity Huffman, muy conocida por su trabajo en la serie televisiva Mujeres desesperadas, cuya caracterización le supuso el Globo de Oro a la mejor actriz y una candidatura al Oscar.
Aunque el relato mezcla comedia y drama, tiene algunas aristas sin pulir: es respetuoso el tratamiento sobre la transexualidad hasta que ese inicial barniz argumental poco a poco se troca en un reclamo potente sobre la necesidad de cambiar de identidad sexual sin que se aporten poderosas razones. De esta manera, aunque no cae en la sensiblería excesiva ni en la burla ofensiva (según se mire) el filme acerca a los espectadores algunas de las dificultades que las personas transexuales viven cada día.
‘Transamérica’: tramposa visión sobre la transexualidad sólo cuenta una parte de verdad sobre las operaciones de cambio de sexo
La trama está bien desarrollada, aunque resbalan más las dos subtramas que no están a la altura de la principal, que es más redonda. Si la relación con el joven Toby (que es bisexual) resulta un poco forzada -con aliteraciones constantes a la prostitución entre hombres, y en donde no se escatiman imágenes desagradables, no sólo de desnudos integrales-, la otra subtrama -con los padres de la transexual a la cabeza- convierte a la película en un circo de personajes que, por un lado reniegan de la forma de vida de la protagonista, y por otro se ponen del lado de la afectada sin que exista una transición que explique claramente por qué han cambiado de decisión.
Además, el filme ha intentado llegar a muchos temas y deja en el aire la búsqueda del padre o las relaciones familiares, de manera que el resultado final del guión es un conjunto de situaciones esbozadas muy ligeramente. Pero es cierto que la historia es dinámica, la banda sonora acompaña en momentos decisivos y la fotografía es excelente, que hace que la puesta en escena -sobria- sea lo suficientemente convincente.
Queda, por tanto, un drama salpicado con contados golpes de humor que sólo cuenta una parte de verdad sobre las operaciones de cambio de sexo, queda sin justificar cómo es obtenido el dinero necesario para la operación, no se describen cuáles serán los efectos secundarios de la intervención, pero sí se propugnan los finales felices con hijos inverosímiles. Película tramposa, pero exitosa en aquellos certámenes internacionales en los que las tragedias familiares, los conflictos personales y el mal, en su conjunto, resultan apetecibles.
