¡Mis queridos palomiteros! La industria da la espalda a las mujeres cineastas. Según Naciones Unidas, para que se llegue a la igualdad de género en todo sector, debería existir una cuota de al menos un 33%, porcentaje al que no llega el cine iberoamericano.
Hagamos cuentas. En 2017, las cineastas sólo representaban el 18%, según un estudio de la Federación Iberoamericana de Academias de Cine. En buena lógica, ese desequilibrio también se ve en los festivales internacionales. Únicamente tres de los más importantes cuentan con una presencia femenina significativa en sus selecciones, sin embargo, los 14 restantes solamente con un 30%.
En el caso español, el porcentaje de mujeres es del 12%, y si nos ceñimos al género de ficción, este desciende a un minúsculo 9%.
Estos números no sólo se mantienen en cuanto a la dirección, dado que en otras especialidades el porcentaje de mujeres también es bastante reducido. En las películas iberoamericanas de 2017 los resultados fueron estos: en guión y en montaje las mujeres suman el 22%, en producción el 27%, en música el 7% y solamente en dirección de arte (43%) e interpretación (51%) las cifras están más igualadas.
La industria da la espalda a las mujeres cineastas: ¿y la igualdad de género?
Si hablamos de festivales, el que tiene menor rango de participación femenina en general es el de Nueva York con un tibio 13,63%, seguido por el de Viña del Mar que cuenta con un 15,38%. En sentido opuesto, Morelia (dirigido por una mujer, Daniela Michel) es el tercero con mayor porcentaje (43%). Los otros dos son el de Cine Latinoamericano de Toulouse (57%) y el Tribeca Film Festival de Nueva York (48%).
En realidad, los festivales brindan más oportunidades a las mujeres cineastas que las propias industrias nacionales, ya que por ejemplo en Hollywood el porcentaje de películas filmadas por realizadoras fue del 7%, según un estudio de 2015.
Recordamos que la primera mujer en ganar un Oscar fue Kathryn Bigelow por En tierra hostil en 2010, protagonizada por Jeremy Renner, Anthony Mackie y Brian Geraghty, y la única en ganar el Globo de Oro fue Barbra Streisand en 1984 por Yentl, que ella misma protagonizó.
Sin embargo, no todo está perdido. Para aumentar el número de mujeres presentes en el séptimo arte se ha firmado una Carta por la Paridad y la Inclusión en el Cine, presentada públicamente en la pasada edición del Festival de Cannes y que está impulsada por organizaciones femeninas de la industria como CIMA, la principal asociación representante de las mujeres cineastas y del audiovisual en España e Iberoamérica, de la que ya hemos informado desde este areópago.
Urge una reflexión seria sobre el problema, palomiteros. ¿Os sumáis a la causa?