¡Mis queridos palomiteros! ‘Premios Goya’: ‘El Reino’, 7 pero gana ‘Campeones’ con 3. Hace pocas horas se ha celebrado en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla la fiesta del cine español por antonomasia, en su 33 edición.
Como en ceremonias anteriores –hace un año informábamos desde estas pantallas del transcurso de la gala 32– ha resultado plúmbea y con poco ritmo, incluso ha llegado a cansar en varios momentos, si bien es cierto que contaba con la reconocida pareja de cómicos Silvia Abril y Andreu Buenafuente -relevaban en el puesto a Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla-, que fueron los que la presentaron.
Aún así, y con el paripé de Berto Romero y David Broncano -a menudo cómicos con buena capacidad para la reacción y la ironía- el asunto no remontaba. Porque la imitación de Fernando Fernán-Gómez a cargo del imitador Raúl Pérez tampoco gozó de nivel. Después la gala redundó en lo ordinario y lo chabacano, que inexplicablemente encontró feliz respuesta en el respetable, que ovacionaba cada una de esas bobadas. Por ejemplo con la parida del premio al diseño de vestuario…
‘Premios Goya’: ‘El Reino’, 7 pero gana ‘Campeones’ con 3
El acto partía de una propuesta cinematográfica al estilo 007, que hacía balance de lo que había sido la gala, a modo de epílogo, muestra inequívoca del marchamo de estas galas. Es decir, que han optado por la autocrítica, pero sin intención alguna de ser autocríticos.
Corrió a cargo de los presentadores y el guión contempló cameos interesantes… Vaya, que la gala parecía que iba a cobrar vida de una vez. Y eso que aún la ceremonia no había empezado. Conclusión: esas predicciones no me satisficieron en absoluto, máxime cuando tardaron 5 minutos en empezar a hablar de política.
Campeones representará a España en México en la 61 edición de los premios Ariel
Por fortuna, el episódico momento musical protagonizado por los músicos Amaia Romero, Judit Neddermann y Rozalén, en el que interpretaron los cuatro temas nominados a mejor canción original, puso algo de color a la ceremonia. Además, hay que recordar y reconocer otros buenos momentos de esta fiesta como el del presidente de la Academia, que sí fue sincero y sí realizó una autocrítica sobre la situación del cine en España.
El presidente de la Academia, Mariano Barroso, fue sincero y autocrítico sobre la situación del cine en España
Al menos propuso opciones de cara a que el cine patrio tenía que abrirse paso y competir con las nuevas maneras de consumir cine, en referencia a HBO, Netflix, etc. Lo fácil hubiera sido criticar la invasión en el cine, tal y como lo conocemos, y recordar lo que cuesta llenar las salas. En este sentido, Mariano Barroso cuenta con mi aprobación.
Y hubo otros grandes momentos, como el que sigue inundando las redes sociales con comentarios laudatorios. Se lo debemos a Jesús Vidal, nuevo actor revelación por su trabajo en Campeones, quien realizó un discurso humano, sensible y sentido, que ya quisiéramos muchos haber pronunciado alguna vez. Al menos yo. Y eso que Vidal tiene discapacidad intelectual. Vaya por delante mi apoyo y admiración por tales palabras, que han emocionado a España entera. Se trata de un nítido ejemplo de qué decir cuando se gana un premio, del fondo y de la forma. Yo me lo apropio como modelo, con el permiso del intérprete.
No podemos olvidarnos del momentazo protagonizado por Javier Fesser en su discurso de agradecimiento al recibir el premio a la mejor producción de 2018 por Campeones, quien por cierto representará a España en México en la 61 edición de los premios Ariel en la categoría de mejor película Iberoamericana. Quiero creer que algo está cambiando para bien el cine español, y que no sólo se trata de una estrategia de marketing, que es lo que he oído en algunos mentideros.
Quiero creer que algo está cambiando para bien el cine español
En cuanto a los galardonados, los dos momentos más reivindicativos de la ceremonia fueron asunto de Arancha Echevarría por su galardón a mejor dirección novel por Carmen y Lola -pedía integración y visibilidad, como Vidal- y Eva Llorach (Quién te cantará), que se marcó un Frances McDormand, y urgió a que se pusieran en pie todas las mujeres de la industria presentes, instigando primero a Penélope Cruz. Después se arrancó el resto.
No es una acción muy políticamente correcta, pero ciertamente el cine, o los que mandan en el cine, deben contar mucho más con la presencia de la mujer en cualquier parte del organigrama audiovisual. Si no, que le pregunten a Alfred Hitchcock o a la propia Alma Reville. ¡Cuánto daría yo por una respuesta!
Por último, he de reconocer que en mi quiniela estaba Anna Castillo (Viaje al cuarto de una madre) y no Carolina Yuste (Carmen y Lola), en la categoría de mejor actriz de reparto. La primera lo había ganado todo: Los Feroz, los Gaudí y los CEC. Y porque no optaba a los Forqué… Y su trabajo es excelente.
También reconozco que mi propuesta a mejor actriz era Lola Dueñas (Viaje al cuarto de una madre) y no Susi Sánchez (La enfermedad del domingo). Pero el azar tiene estas cosas. Muy merecidos los galardones a mejor actor protagonista para Antonio de la Torre y el de mejor actor de reparto para Luis Zahera, ambos por su trabajo en El Reino, de Rodrigo Sorogoyen.
Agradezco, naturalmente, que no se pongan límites al humor, pero, al tiempo, que ese humor no conlleve ofensas gratuitas. No es cosa de ofender ni de sentirse ofendido. Es sólo cosa de fijar el punto de mira
Agradezco, naturalmente, que no se pongan límites al humor, pero, al tiempo, que ese humor no conlleve ofensas gratuitas. No es cosa de ofender ni de sentirse ofendido. Es sólo cosa de fijar el punto de mira. Para eso basta gozar de sentido común. Por cierto, ¿por qué tras la esta ceremonia TVE programó Los amantes pasajeros, de Pedro Almodóvar? ¿Publicidad para su siguiente peli, Dolor y Gloria? Hasta año que viene.
En este enlace tenéis la relación de todos los premiados.