¡Mis queridos palomiteros! Tecnos lanza ‘La política va al cine’: la realidad supera a la ficción, coordinada por los especialistas política comparada y relaciones internacionales, Manuel Alcántara (Universidad de Salamanca, España) y Santiago Mariani (Universidad del Pacífico, Perú).
Considero que la recomendación es oportuna, dado el cariz político que ha tomado España en los tiempos actuales, o mejor dicho en los tiempos decisivos para la formación de un gobierno. De hecho, ¿no sirve la política como vía de inspiración para filmar tanto clásicos del cine como series de televisión? El paso del tiempo me ha dado la razón.
Ahí está otro esforzado trabajo de Tomás Valero, ‘El mundo actual a través del cine’, que analizaba los conflictos políticos a partir de la II Guerra Mundial. O el valiente trabajo de Santiago de Pablo, ‘Creadores de sombras’, sobre el conflicto etarra, editado por Tecnos.
Por su parte, las 344 páginas de ‘La política va al cine’ acogen 18 capítulos en los que 20 autores de ocho nacionalidades diferentes abordan la relación existente entre el cine y la política. Se trata, por consiguiente, de una visión heterogénea de esta relación, además de recoger colaboraciones inéditas de diferentes profesionales de la ciencia política conocidos únicamente por su trabajo en la disciplina.
Tecnos lanza ‘La política va al cine’: la realidad supera a la ficción
Autores europeos conocidos como Manuel Alcántara Sáez, Leonardo Morlino, Dieter Nohlen, Gianfranco Pasquino y Enrique San Miguel se ven acompañados por autores americanos como Rolando Ames, Maxwell Cameron, Martín d’Alessandro, Paula Muñoz, Simón Pachano, Mario Serrafero, Martín Tanaka y Jesús Tovar, entre otros.
Un director, una película o un tema son los hilos argumentales que ligan la relación entre el cine y la política desde una perspectiva muy personal que termina produciendo un resultado original sobre la presencia de la política en lo que ha sido por excelencia el arte de masas durante el siglo XX.
Los capítulos del libro se agrupan en tres secciones. La primera gira en torno al poder, con un análisis, entre otros, de la obra de Stanley Kubrick, de los límites del poder ejecutivo mediante la película Marea Roja (Tony Scott, 1995) o de la presencia de Maquiavelo en el cine.
La segunda se centra en la construcción de lo político: la visión cinematográfica de las campañas electorales, los partidos políticos y la selección de candidatos o la figura de Nelson Mandela a través de tres películas: Adiós Bafana (Bille August, 2007), Invictus (Clint Eastwood, 2009) y Mandela. Del mito al hombre (Justin Chadwick, 2013).
La última parte, dedicada a la negación de la democracia, ofrece un repaso de los autoritarismos hispanoamericanos del siglo XX, por ejemplo de la película Hannah Arendt, de Margarethe Von Trotta (2012), o de Dogville, de Lars Von Trier (2003).
Considero que la recomendación es oportuna, dado el cariz político que ha tomado España en los tiempos actuales
Bien es cierto que el volumen está suficientemente contrastado, puesto que maneja hasta más de 120 títulos que ponen de relieve el peso que la política tiene sobre el cine, asunto que además ilustra gracias a emblemáticos fotogramas de las películas analizadas en un elegante blanco y negro.
‘La política va al cine’ es un trabajo útil, necesario y está destinado a todos los públicos, donde el encuentro con la política y el cine se hacen evidentes, mucho más de lo que cada uno de vosotros pueda imaginar. ¡Ya me diréis cuando lo leáis, palomiteros!