¡Mis queridos palomiteros. Atención que voy con spoiler. ‘El Crack Cero’: Garci revive al detective Germán Areta en blanco y negro. El pasado 4 de octubre, las salas de cine españolas acogían, con gran expectación, la precuela de la saga que el realizador madrileño inició en 1981 y 1982 con las dos pelis sobre El Crack. De su distribución en salas responde Filmax.
Lo mejor de este emocionante filme, además de los actores, la estética y la perfección de todos los planos, es la fidelidad a los originales, incluida la música, claro está, y lo peor el guión y algunos diálogos pomposos e improbables. A Garci le ha pasado lo mismo que a George Lucas cuando hizo la séptima entrega de La Guerra de las Galaxias, que se limitó a copiar la primera.
El escritor Luis Español, matiza: “En la primera de la saga mataban a la niña hija de la novia de Germán, en esta matan a la novia. Vamos, Areta es algo así como la Madre de Todos los Gafes, tía que mira, tía que desgracia. Tampoco me gustan los tacos que sobran en esta precuela y no son creíbles en la España de 1975.
‘El Crack Cero’: Garci revive al detective Germán Areta en blanco y negro
Entre los errores de guión, el desconocimiento. En las navidades de 1975 una mujer podía cobrar una póliza de seguros sin decírselo a su marido porque, precisamente, unos meses antes, se había cambiado la ley y no era necesaria la licencia marital para nada. O sea que si heredabas una póliza millonaria te limitabas a abrir una cuenta y a ingresarla en aquel feliz tiempo en que los impuestos sobre la renta eran de broma. Hay cosas inverosímiles.
La forma de encubrir delitos no es creíble en la poli. Puedes encubrir la muerte de un viajante que representa Pastas Gallo, pero no puedes encubrir la de un cantante tipo Julio Iglesias”.
Salvo por estas necesarias apreciaciones, José Luis Garci cierra una etapa brillante en la historia del cine y deja muy alto el pabellón a las generaciones venideras, con otros formatos y otras intenciones. Es una lástima que quiera abandonar la dirección de cine tras tantos años de grandes alegrías. Pero entiendo que, a su modo, y con tanta vida por delante, también quiera volver a empezar.
