¡Mis queridos palomiteros! ‘Para toda la muerte’: Absurda comedia negra de Alfonso Sánchez. El pasado 31 de enero llegaba a los cines españoles esta débil producción patria, que supone la tercera incursión en el largometraje de su director tras las tibias El mundo es nuestro (2012) y El mundo es suyo (2018), y que distribuye en salas Alfa Pictures.
El filme sigue las andanzas de José Vicente, un patán de mediana edad, que tras opositar durante ocho años, finalmente gana la plaza de funcionario. Pero la alegría de la noticia dura poco. Mientras en familia celebran su éxito, a José Vicente le comunican por teléfono que se ha producido un error en las listas y aún no es funcionario. Es el primero de la lista de suplentes, y sólo si asesina a quien le ha robado la plaza se hará con el puesto.
Más allá de la simplicidad del relato, y de contar con un presupuesto ajustado, Para toda la muerte hubiera funcionado mejor como obra de teatro, dado que la aventura parte desde el localismo. Y al intentar estirarla para cine el producto se resiente. De esta manera, no hay otra que completarla con otros elementos que, en lugar de ayudar al producto, lo perjudican.
‘Para toda la muerte’: Absurda comedia negra de Alfonso Sánchez
Por otro lado, llama la atención que esta película, que podía haber arrojado algo más de emoción en su guión, se vea lastrada por interpretaciones histriónicas, situaciones ridículas y el mal moral se instale en la mente del protagonista, en un fallido intento de hacer comedia a través de gags pueriles y fuera de tono.
Más llama la atención que se asuma con normalidad este cocido de sensaciones descontroladas y conductas absurdas, que alejan al espectador de cualquier conexión con la realidad, y al tiempo pueda pensarse que los estudiantes opositores operan así. O dicho de otro modo: si la esencia consistía en lanzar una denuncia social sobre la situación laboral en España, Para toda la muerte no tiene nada que ver.
El único parecido que tiene con las comedias chuscas al uso es su vulgaridad. ¡Cuánto se echan de menos Los lunes al sol (Fernando León de Aranoa, 2002) o En busca de la felicidad (Gabriele Muccino, 2006), historias sobre la precariedad laboral que se tomaban en serio sus argumentos sin recurrir a los clichés! Además, quedan despejadas todas las dudas sobre la ausencia en la dirección de actores, dado que Sánchez no controla bien las salidas y las entradas de los intérpretes, y el batiburrillo que se genera en varias escenas entorpece el marchamo del filme.
El único parecido que tiene con las comedias chuscas al uso es su vulgaridad
Por no hablar, claro está, del esquematismo en la narración, de la falta de imaginación en la creación de personajes o de la ausencia de respeto hacia la comedia en su totalidad, que traiciona la esencia del género al convertir a Para toda la muerte en una comedia de enredo, con tono de vodevil, y subtramas que, de hacer algo, restan valor a la poca calidad del producto que se sirve.
No obstante, estas deficiencias en el fondo de la aventura quedan algo mitigadas al ofrecer un vodevil de ritmo trepidante, fresco y ágil, algo poco típico en el cine español, pero que se olvida rápido. Por favor, no pierdan el tiempo con esta película.