Agnieszka Holland ilumina ‘In Darkness’ a las víctimas del Holocausto
Blog: Palomitas de Maíz

Sólo la luz de la cineasta polaca, Agnieszka Holland, ilumina ‘En la oscuridad’ a polacos y judíos enfrentados en las alcantarillas de la Alemania nazi

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¡Mis queridos palomiteros! Agnieszka Holland ilumina ‘In Darkness’ a las víctimas del Holocausto. El claustrofóbico filme, titulado universalmente In Darkness; en español, En la oscuridad, o en polaco W ciemnosci, fue candidato al Oscar por Polonia en 2010 en la categoría de lengua no inglesa.

Cartel promocional del filme | Agnieszka Holland ilumina ‘In Darkness’ a las víctimas del Holocausto

Tras la cámara se encuentra la convincente directora polaca, brillante autora, entre otros espléndidos trabajos, de El tercer milagro, 1999; Conspiración para matar a un cura, 1988 o Copying Beethoven, 2006.

Basada en hechos reales, In Darkness se ambienta en el Gueto de Varsovia durante la II Guerra Mundial y afronta con valentía el Holocausto nazi desde otro punto de vista, que ejerce más bien una función de telón de fondo.

Fotograma del filme

Agnieszka Holland ilumina ‘In Darkness’ a las víctimas del Holocausto

De esta manera se aleja del formato narrativo de las vibrantes historias La lista de Schindler (Steven Spielberg, 1993) o El pianista (Roman Polanski, 2002) y se centra en la historia de Leopold Socha (Robert Wieckiewicz), un cristiano polaco que trabaja en las alcantarillas y que recluyó en ellas a polacos y judíos, enfrentados entre sí de antemano en los campos de concentración, de una muerte segura.

Fotograma del filme

Holland entreteje así el eje de la axfisiante historia que bucea con sabiduría entre los misterios del alma humana.

A partir de una puesta en escena clásica, Holland construye una muy buena historia, técnicamente impecable -con filmaciones dentro de alguna alcantarilla real- y muy bien interpretada.

Fotograma del filme

No obstante, debe recordarse que es algo dura, fascinante y agónica al tiempo y, por tanto, no apta para todos los paladares, no sólo por sus 144 minutos de metraje, sino por la crudeza de algunas de sus imágenes.

Holland entreteje así el eje de la axfisiante historia que bucea con sabiduría entre los misterios del alma humana

Pero gracias a ese fuerte componente de realismo, Holland pone negro sobre blanco para colocar en su sitio -sin acritud ni partidismos- a otro episodio sobre la tiranía hitleriana. Muy recomendable.