¡Mis queridos palomiteros! ‘En el valle de Elah’: Paul Haggis, preocupado por la salud moral de USA. He aquí otra película más de las muchas sobre la guerra de Irak, inspirada en hechos reales.
Dirige el drama este cineasta canadiense, que causó todo un terremoto en el mundo del cine con Crash, su primer filme como director, y que fue considerada en los Oscar mejor película del año.
Haggis, guionista habitual de Clint Eastwood y autor de los libretos de Banderas de Nuestros Padres, Cartas Desde Iwo Jima o Casino Royale, no consigue que En el valle de Elah alcance el nivel de Crash, pero la película que se comenta está muy bien resuelta, tiene momentos ciertamente conmovedores y sin duda el filme no os dejará indiferentes.
‘En el valle de Elah’: Paul Haggis, preocupado por la salud moral de USA
La película sigue a Hank, un antiguo policía militar, al que comunican que su hijo Mike, un marine destinado en Irak que había regresado a Estados Unidos, no se ha presentado de vuelta a su cuartel.
Temiendo que se haya metido en algún lío, Hank viaja a Fort Rudd, y una retahíla de realidadesduras van a convencerle de que su país está aquejado de una grave dolencia moral.
En sí, el drama pone su punto de mira en el exceso de patriotismo y el orgullo, nacional y personal, que contagia a la sociedad estadounidense desde su nacimiento y que, cada vez más, deriva en una desazón y un desengaño que, por desgracia, suele descubrirse cuando ya es demasiado tarde.
Pero lo más interesante es que el cineasta sabe dar otra vuelta de tuerca al asunto para hablar de los efectos que tiene la guerra en Irak en unos jóvenes que en principio son buenos chicos, pero que terminan convertidos en unos tipos insensibles, embrutecidos, hundidos en la violencia, la droga y el sexo.
Para ellos la noción de que la vida es algo sagrado ha perdido validez. En este sentido vale la pena recordar al filme En tierra hostil, al que ya nos hemos referido desde estas pantallas.
Y de paso, Haggis se las arregla para criticar la política de la administración de la era Bush en Irak y hacer una llamada de urgencia al cambio.
Aunque En el valle de Elah padece alguna arritmia, goza de una puesta en escena y ambientación impresionantes, su forma es exquisita y su fondo perturbador, todo ello reforzado con un elenco de actores en estado de gracia. Muy recomendable.