¡Mis queridos palomiteros! ‘La llegada’: Refrescante thriller de ciencia ficción sobre la pérdida. Hace cuatro años las salas de cine españolas recibieron -gracias a Sony– una de las películas más atractivas sobre este género. Se trataba de La llegada, el primer coqueteo del director canadiense Denis Villeneuve (Sicario, 2015) con la ciencia ficción, donde se ha desenvuelto con comodidad, antes de encargarse de la secuela de Blade Runner (2017).
La llegada es, nada más y nada menos, un ambicioso y emocionante thriller -adaptación de un relato corto del escritor Ted Chiang, ganador de los reconocidos premios de ciencia ficción Hugo y Nebula– que emplea la excusa de una invasión alienígena para abordar temas mucho más profundos como la pérdida y el amor incondicional.
El filme es la adaptación de un relato corto del escritor estadounidense Ted Chiang
Así las cosas, resulta refrescante contemplar un filme sobre una invasión de este cariz en la que no se destruye ninguna ciudad, no se derriba ningún monumento y ninguna pelea distrae al equipo humano de los desafíos de su complejo encuentro con otra especie.
‘La llegada’: Refrescante thriller de ciencia ficción sobre la pérdida
Liderada por una interiorizada interpretación de Amy Adams, rica en profundidad emocional (para mí fue carne de Oscar que después se quedó en nada), este es un drama ciencia ficción adulto que mantiene en vilo al espectador gracias a sus suficientes dosis de tensión y terror controlados.
De hecho, el tercer acto es tal vez uno de los mejores ejemplos de la historia de cómo liberar el poder masivo que se ha ido acumulando silenciosamente a lo largo de toda la historia, y uno de los usos más inteligentes de la narración anacrónica que se recuerdan. Es más, la construcción lenta hasta la gran revelación es el aspecto más impresionante de La llegada.