Daniel Migueláñez: “La vida es mucho más que los libros y los escenarios”
Blog: Palomitas de Maíz

Entrevista al actor y escritor abulense Daniel Migueláñez, editor del excepcional volumen ‘Puro Teatro. Homenaje a un oficio’: “Para hacer buen teatro es necesario haber visto mucho teatro”

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¡Mis queridos palomiteros! Daniel Migueláñez: “La vida es mucho más que los libros y los escenarios”. Nuestro protagonista es un joven actor que inició su carrera desde la infancia. Estudió Filología Hispánica y se especializó en el Máster de Teatro y Artes Escénicas por la UCM, en la que realiza el Doctorado en Estudios Teatrales.

Además, compatibiliza sus trabajos como actor con su labor investigadora en el Instituto de Lengua y Literatura del CSIC.  También ha participado en más de una treintena de montajes teatrales desde sus inicios, donde ha sido cabeza de cartel en El Lazarillo de Tormes, de Eduardo Galán (2009), hasta el reciente Lope y sus Doroteas, de Ignacio Amestoy (2021). De su extenso currículum destacamos su estreno en Colombia de Romeo&Julieta (2016), Nerón (2018) en el Festival de Teatro Clásico de Mérida o Lorca: a theatre beneath the Sand (2019) en el Festival Internacional de Edimburgo, así como numerosas producciones en el marco del ciclo «Los martes, milagro: poesía en escena» (2015-2021).

Daniel Migueláñez: “La vida es mucho más que los libros y los escenarios”

En el Teatro Fernán Gómez ha estrenado sus obras Noche de difuntos (junto a Carlos Jiménez), El círculo de hierro y Cenizas de Fénix. En 2018 publicó el poemario El amor, ese teatro. Es miembro del Instituto del Teatro de Madrid y en 2020 es nombrado el más joven académico de la Academia de las Artes Escénicas de España.

Y el próximo domingo, 26 de los corrientes, firmará ejemplares de Puro Teatro. Homenaje a un oficio, del Grupo Editorial Sial Pigmaliónal que nos hemos referido recientemente-, en la Feria del Libro de Madrid, caseta 200, de 13 a 15 horas. Por fortuna, he podido charlar con él.

Daniel Migueláñez: “La vida es mucho más que los libros y los escenarios”

Dígame cómo es posible compaginar su trabajo de actor con el de investigador en el CSIC

Mi contrato con el Consejo ha formado parte de un proyecto de investigación en el marco del Diccionario de Términos Literarios Internacionales del Instituto de Lengua, Literatura y Antropología. Una tarea hermosísima muy vinculada al mundo literario y, por ende, al teatro. Siempre he buscado la manera de ensayar en el tiempo que me dejaba libre mi trabajo y agendar los bolos en fines de semana.

A sus tempraneros 25 años ya ha participado en más de una treintena de montajes. ¿Cuántos ratos le quedan al día para el ocio?

Los suficientes.  La vida es mucho más que los libros y los escenarios.  Hay que forzarse a sacar un hueco para cenar con un amigo, respirar lejos del mundanal ruido y preparar una escapada.

Daniel Migueláñez: “La vida es mucho más que los libros y los escenarios”

¿Quién le inoculó el virus por la Cultura?

Desde pequeño me fascinaba la lectura. Pienso que la labor de los docentes es fundamental, si no fuera por mis profesores en el colegio, el instituto y la universidad, no sería nada parecido a lo que soy. El trabajo desde niño encima de los escenarios me inoculó ese veneno del teatro, ya incurable.

Para hacer buen teatro es necesario haber visto mucho teatro

¿Qué tipo de teatro consume cuando no actúa?

Mucho clásico. Como amante desde las tablas y desde la academia del teatro de nuestros Siglos de Oro intento ver todo lo que se oferta en Madrid relacionado con el asunto. No hay mejor teatrero que un buen espectador. Para hacer buen teatro es necesario haber visto mucho teatro.

¿Con qué tipo de escritura se siente más cómodo, a tenor de sus trabajos sobre poesía?

Creo que la poesía es la demostración de la búsqueda de lo mayúsculo a través de lo mínimo. Demanda un esfuerzo extra de condensación y de exploración de imágenes que no requiere una novela. Sin embargo, el género narrativo tiene sus dificultades, especialmente de carácter argumental y estructural, que nunca se me dieron bien.

No creo ser un buen narrador, aunque no me he sentado de veras a afrontar un trabajo de esas características. Estoy muy cómodo en los trabajos ensayísticos, hablando de asuntos que me apasionan y que disfruto desgranando. Por su parte, la escritura teatral me otorga una felicidad por capas: la del desarrollo dramatúrgico, la de la encarnación actoral en ensayos, y la de la propia representación.

Si pudiera elegir, ¿se siente más actor que escritor o director?

Según el momento. En España hay una necesidad continua de etiquetar a los artistas. Cosa que no ocurre en Reino Unido o Francia, donde está más que asumida –incluso obligada– la multidisciplinariedad en la cultura. Creo que cada trabajo como actor ha repercutido en mi vida académica y viceversa.

La poesía es la demostración de la búsqueda de lo mayúsculo a través de lo mínimo

En la Feria del Libro que estos días se celebra en Madrid, podremos verle firmando ejemplares de su excelente y cuidado Puro Teatro. Homenaje a un oficio y otros trabajos el próximo 26 de septiembre. ¿Qué le está pareciendo la experiencia?

El resurgir de la Feria ha sido una alegría para todos los autores y lectores. Esta es mi tercera Feria del Libro de Madrid firmando y siempre es emocionante encontrarse con los lectores en las casetas, visitar a otros amigos autores y llenar de páginas ese lugar emblemático que es El Retiro de Madrid. Las colas kilométricas a la entrada demuestran la buena salud del evento, que esperamos pueda desarrollarse con normalidad el año que viene.

¿Qué criterios ha seguido para configurar el volumen de más de 400 páginas?

Tremendamente subjetivo. Admiración por cada uno de los integrantes del volumen, amistad sincera con muchos de ellos y un intento por abordar distintas disciplinas sobre el arte de la escena.

En España hay una necesidad continua de etiquetar a los artistas

¿Tenía claro desde el principio que su seductor prólogo puede dar de sí para hacer una obra de teatro?

Supongo que se refiere a la osadía de plantear el prólogo como un monólogo teatral. Cuando se me ocurrió, deseché la idea rápidamente, por las complicaciones que suponía añadir ese código a un texto que no le corresponde. Pese a ello esbocé unas páginas y quedé contento con el resultado, me parecía sugerente y atractivo. Fui dándole forma y creando ese humilde pórtico que no es sino una justificación del proyecto y una divertida presentación de los autores, poco convencional.

¿Qué echa de menos de la escena española?

El teatro es un espacio de íntima convivencia, un trabajo artesano, de mancharse de barro. Aunque el término es amplio, en muchos sentidos nos hace falta un poco más de empatía.

El resurgir de la Feria ha sido una alegría para todos los autores y lectores

Hasta donde se sabe sólo el 8% de los actores españoles puede vivir del teatro. ¿De qué o quiénes depende que ese porcentaje crezca?

Honestamente, no lo sé. No creo que deba ser algo alquímico, pero sí convergen muchos factores. Fundamentalmente hay una desidia notoria por parte de las instituciones hacia todo lo que destile la palabra cultura.

Sí, a la política se le llena la boca de cifras, titulares, fotografías, eventos y demás fanfarria, pero a la hora de la verdad todos dan la espalda al sector. Somos –siempre lo hemos sido– de naturaleza autosuficiente; buscamos crear arte sin saber si nos va a reportar beneficios en un futuro o si se traducirá en unos meses de alquiler pagados.

Se juega con la ventaja de que amamos nuestro oficio y que seguiremos apoyándonos unos a otros mientras haya un alguien dispuesto a ver nuestro trabajo. Y no hablo solo de los actores; estamos viviendo un ninguneo terrible a los oficios técnicos, cara oculta indispensable de nuestra profesión, por no hablar de la escritura, la escultura, la danza o la pintura donde este discurso sirve de igual modo.

En fin, no soy para nada pesimista, porque hay muchas instituciones que pelean por garantizar los derechos de los artistas y que están consiguiendo avances sustanciosos, como la Academia de las Artes, la SGAE, la Unión de Actores o AISGE, pero queda mucho camino por recorrer.

“Hay una desidia notoria por parte de las instituciones hacia todo lo que destile la palabra cultura

Desde el 20 de septiembre, los teatros ya pueden alcanzar el 100% del aforo. ¿Qué le parece la medida?

Las decisiones políticas alrededor del asunto del COVID han debido de ser complejísimas, por la cantidad de factores intervinientes. Principalmente el enfrentamiento entre la salud pública y las cifras económicas.

En materia de cultura hemos estado absolutamente vendidos, huérfanos de ministro y concejalías y solos ante el peligro, pero hemos resistido. Y lo hemos hecho principalmente porque la cultura ha salvado, literalmente, las mentes en la pandemia.

Los espectadores han respondido rotundamente y con un esfuerzo admirable ante la llamada del teatro en su apertura después del confinamiento. La ampliación progresiva de los aforos, la ausencia de contagios en espacios teatrales y la reorganización de la oferta cultural han permitido la remontada del sector.

Creo que la medida no solo es una buena noticia desde el punto de vista económico, sino que permitirá que volvamos, gradualmente, a considerar estas actividades como parte de nuestra vida normal.

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