¡Mis queridos palomiteros! ‘Las hermanas de Manolete’ reviven gracias a Montesquiu y Olivares. Desde el pasado 12 de enero, el Teatro Fernán Gómez de Madrid exhibe esta muy atractiva historia, en el entorno de la España franquista y de los sucesos que rodearon la muerte del torero Manolete en 1947.
‘Las hermanas de Manolete’ reviven gracias a Montesquiu y Olivares
Esta ficción, basada en hechos reales -producción de ElReló en colaboración con TeatroLAB Madrid-, recuerda que las mujeres eran meros objetos que no debían sobresalir sin permiso, lo cual a la postre arrasó con la tragedia de dos mujeres valientes, Dolores y Angustias, hermanas del matador de toros -considerado un maestro de la tauromaquia-, educadas en la represión, y la actriz Lupe Sino, su gran enamorada.
Sin duda ninguna, aún hay ciertos episodios de nuestra historia reciente que han de ser contados. Sobre todo, para poner en valor la importancia que ha tenido la mujer en en épocas pretéritas. Más si nos detenemos en el martirio moral y físico que algunas tuvieron que experimentar.
Y, hoy día, con ojos nuevos, podemos comprobar lo afortunados que somos de no haber tenido que pasar por todos los tipos de calamidades de una sociedad fruto de su tiempo. Ni mejor, ni peor. Solo distinta. Costumbres y modos de afrontar la existencia con serenidad y resignación, donde queda bien configurada la imagen de las dos españas.
Alicia Montesquiu, con lucidez y tiento, no juzga a los personajes
Todo ello ha quedado retratado con sabiduría e inteligencia en el atractivo libreto de la también actriz Alicia Montesquiu, que con lucidez y tiento no las juzga, pero que describe a la perfección una época y una atmósfera gris -las de de las hermanas- en contraste con la imagen de desparpajo, sofisticación y brillo de Lupe Sino.
De esta manera, a la muy conseguida arquitectura dramática contribuye decisivamente el montaje de Gabriel Olivares -atención a la importancia de la música incidental y la música en directo-, que para no servir solo una idea de un mundo axfisiante, o sin salidas, recurre a la cinematografía y así crear distancia suficiente al drama, sin que ello reste a la historia un ápice de su crudeza. Gran ejemplo del cine, dentro del teatro, apreciable desde los títulos de crédito, además de otras muy enjundiosas sorpresas en este sentido.
Se agradece, además, que las propias actrices desplacen los paneles a medida que avanza la aventura y así construyan y deconstruyan el ambiente a modo de flashbacks. Tal vez nos hallemos ante un nuevo teatro social de costumbres, de circunstancias, de tono y sugerencias estéticas similares a La casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca, y no solo por el nombre de una de las hermanas de aquella obra, Angustias, que como en esta también se encuentra inmersa en un infierno, sino también por la angustia del relato.
A la muy conseguida arquitectura dramática contribuye decisivamente el montaje de Gabriel Olivares
Y si nos hacemos eco del nuevo cine social del momento, Las hermanas de Manolete, aparte de los trabajos para el séptimo arte de Berlanga, tiene mucho de Ken Loach o de Fernando León de Aranoa. Incluso de Gracia Querejeta.
Pues bien, todo este mosaico dramático, tan elaborado, tan polifórmico, tan bien tratado y armado, requería de tres actrices de gran valía, talento y trayectoria que supieran encarnar a los personajes principales. Por ello no podemos imaginar a otros mejores intérpretes para darles vida, a saber, Alicia Montesquiu (Dolores), Ana Turpin (Lupe Sino) y Alicia Cabrera (Angustias). Por tanto, hay que aplaudir el muy buen trabajo en la dirección de casting y en la dirección de actores a cargo del precitado Gabriel Olivares.
Todo este mosaico dramático requería de tres actrices de gran valía
Por su parte, no podemos olvidarnos del ímprobo trabajo con la escenografía de Marta Guedán, del vestuario a cargo de Mario Pinilla, de la ejemplar, fundamental y eficaz iluminación de Carlos Alzueta, así como del espacio sonoro de Ricardo Rey o del diseño de fotografía y vídeo de escena de Nacho Peña.
Nos encontramos, pues, ante una muy buena experiencia histórica, teatral y cinematográfica, de gran impacto en su tratamiento técnico, apoyada por una gran narración, un muy buen director y tres actrices que realizan un trabajo de fábula. ¡Muy recomendable!
Nos encontramos ante una muy buena experiencia histórica, teatral y cinematográfica con tres actrices que realizan un trabajo de fábula
Os recuerdo los datos fundamentales. Hasta el 30 de enero. De martes a sábados, a las 20.30 horas. Domingos, a las 19.30 horas.