¡Mis queridos palomiteros! ‘Kimbo’ presenta ‘Tres historias para pensar’: cuentos cristianos. Hace algunos años, Javier García, buen amigo y periodista -director de la revista Las Estrellas, Mis Amigos– me presentó a Kimbo. Solo por las referencias tenía muy claro de que me iba a encontrar, como mínimo, a una buena persona. Estaba en lo cierto.
Trabajador incansable del mundo del espectáculo, Kimbo fue secretario y amigo personal del humorista Miguel Gila, con quien se arrancó en el mundo del arte. Destacado bailarín, cantante, músico, guionista, actor y escritor, José María es uno de esos genios de la cultura que pasan por la vida como el cometa Halley, por eso cuando se avistan hay que seguirles la pista. Después hay que detenerse a escuchar lo que dice -como decía Spielberg respecto a la actitud de un director en el set de rodaje- para no perderse una sola palabra de su vasta sabiduría.
Hijo de una ex novicia vallisoletana y un músico cubano negro -Rafael-, Kimbo llegó al mundo en Casablanca hace 85 abriles, si bien es cierto que la mayor parte de su vida ha estado vinculada a España.
‘Kimbo’ presenta ‘Tres historias para pensar’: cuentos cristianos
Hoy día Kimbo, hombre culto y simpático a raudales donde los haya, está más activo y lúcido que nunca. Ha recibido merecidísimos premios y homenajes en su densa e intensa trayectoria profesional. El último fue hace un par de meses, cuando ASHUMES, la Asociación del Humorismo Español, volvió a reconocer su talento en toda su grandeza.
Además ha lanzado recientemente una brillante colección de cuentos, Tres historias para pensar -tras sus muy interesantes trabajos literarios Una ajetreada vida o Creer es mi poder– que va mucho más allá de un simple ejercicio de creatividad.
Destacado bailarín, cantante, músico, guionista, actor y escritor, José María es uno de esos genios de la cultura que pasan por la vida como el cometa Halley, por eso cuando se avistan hay que seguirles la pista
Con tales mimbres, estaba obligado a conocerle un poco más en esta nueva vertiente con la que se expresa como cualquier don permita. Tras coincidir en la presentación de la biografía de nuestro amigo común, Manolo Medina, pudimos conversar. Pasad y disfrutad:
Después de una vida artística envidiable, ¿por qué se lanzó a escribir libros?
Se trata de la última pasión mía, pero a la que estoy dando salida en los últimos años. Hace algún tiempo, la fundación AISGE ideó una colección de libros que se tituló Memorias de la Escena Española para actores mayores de 70 años, a fin de que escribiésemos nuestra historia para los intérpretes que se iniciaban en la profesión.
¿Y qué ocurrió?
Me apunté y allí publiqué mi primer libro, Sí, yo puedo. Y en poco tiempo se agotó. 10 años después, aproximadamente, y tras mi trabajo de cine en Palmeras en la nieve -que por fortuna tan positivamente valoró la crítica especializada- el imaginario colectivo reaccionó preguntándome sobre ese libro. Y, puesto que me había dejado cosas en el tintero, consideré escribir otro que fuese la segunda parte de mi autobiografía, al que llamé Todavía puedo, que en esencia reunía relatos de mis trabajos en cine.
¿Y después qué vino?
Tengo poder. En el entretanto, y como disfruto mucho escribiendo en este formato de aventuras cortas, me animé a escribir otro libro más. Pero esta vez se trataba de un compendio de historias –en formato de cuentos- donde los protagonistas eran mis hijos. Cada noche se las leía y ellos estaban encantados.
Me tiene en ascuas
Me quedó tan bonito que una editorial de México, Morya, se interesó por ellos. A sus responsables les gustó la hondura de su contenido y su vínculo con el cristianismo, que finalmente se ha titulado Tres historias para pensar y por lo visto allí está teniendo muy buena acogida.
¿Y cómo hace para darlo a conocer?
Con la ayuda de la Asociación de Actores Literarios (AAL). Allí todos nos apoyamos. En estos momentos la integramos nueve personas y nos vamos dividiendo por las ferias de libros de la Comunidad de Madrid, para que el respetable conozca y adquiera los ejemplares que posee cada uno de los escritores. De esta manera, a cada una de ellas todos llevamos los ejemplares de todos y así cubrimos los espacios madrileños más representativos, que en principio es por donde nos estamos moviendo. ¡Sigo muy feliz!
Tres historias para pensar
En sí, el libro de cuentos consta de 76 páginas e ilustraciones muy cuidadas a dos colores, obra de José Julio, cuyo trabajo armoniza con elegancia la totalidad de los argumentos.
Por su parte, la narración desarrolla tres aventuras que nacen del amor y dedicación de un padre a sus hijos, apropiados para adolescentes de 12 a 16 años. Transmite valores tan importantes como la familia, la honestidad, la sinceridad, el amor por los animales… en una palabra la fe y el amor en sí.
Violeta (Nathaly) es una niña huérfana que encuentra consuelo, apoyo y felicidad gracias a la amistad de un viejo músico ambulante que recorre las calles tocando su violín, y que le hará un regalo que la acompañará en un viaje lleno de aventuras con un destino inesperado.
Chino y Gitano (Sasha) es la historia de amistad inquebrantable entre una niña y su perro, quien al encontrarse separado de su joven ama pasará dos años viviendo increíbles aventuras. Entre ellas, se hará amigo de otro niño al que ayudará a superar una discapacidad.
David y Antinoo (David) nos cuenta la extraordinaria odisea de un niño humilde. Se encuentra en un momento difícil de su vida, pero conocerá a un amigo muy singular que lo llevará a descubrir un mundo nuevo. Además le ayudará a salir adelante.
Todas las lecturas son muy interesantes, están repletas de buenos sentimientos y valores que podrán apreciar padres e hijos.
¿No os parece una propuesta sensacional?
