¡Mis queridos palomiteros! 10 películas para recordar a los maestros en la gran pantalla. Hoy día no se están viviendo los mejores momentos en el área educativa. En España, especialmente por cuestiones políticas que dejan al libre albedrío la obtención de títulos en ESO y Bachillerato.
Naturalmente, ello ha devenido en un desencanto por parte de los claustros de profesores, que no entienden por qué se toman medidas tan arriesgadas sobre el tema. Así las cosas, el trabajo del profesor resulta ninguneado, a pesar de que su expresión, hoy más que nunca, es cada vez más necesaria y urgente.
10 películas para recordar a los maestros en la gran pantalla
Por fortuna, el cine lo celebra de otra manera. Desde COPE proponemos 7 películas en el Día Mundial del Docente, que anualmente se celebra el 5 de octubre.
Uno para todos (David Ilundain, 2020)
El joven realizador da un golpe de timón respecto a su anterior película -en forma y fondo- y entrega una fascinante y luminosa historia, más en formato de drama que de comedia, sobre la educación, el sistema educativo y los sinsabores de sus alumnos.
Al emocionante resultado final contribuyen decisivamente, por un lado, el impecable trabajo de David Verdaguer -templado y didáctico- y el papel de los actores no profesionales -muy buena dirección de actores-, y por otro, la poderosa voz de Ilundain para crear atmósferas que faciliten la comunicación fluida entre profesor y alumno.
En este caso se otorga especial valor a la vocación que siente el profesor cuando enseña y cuando esa manera de enseñar puede cambiar la vida de un alumno para siempre.
Conducta (Ernesto Daranas, 2014)
Candidata al Oscar y al Goya a la mejor película en lengua no inglesa en las respectivas ediciones, hace ocho años -entre una densa retahíla de galardones cosechados por medio mundo-, llegaba a las salas españolas este filme, un valiente y arriesgado trabajo sobre los avatares de la educación de mano de este laureado director y guionista de cine cubano.
Conducta mide, con pasión y verismo, el estado de ánimo de la educación en los colegios en general, y más en concreto en Cuba. Seguramente porque el cine que allí se fragua es la expresión artística que con mayor intensidad ha podido reflejar una visión crítica sobre el tema.
En este sentido, comparte similitudes argumentales con esa joya del cineasta chino, Zhang Yimou, Ni uno menos (1999), y componentes sentimentales que nos retrotraen a la época de Chaplin y su Vida de perro (1918) o El chico (1921).