¡Mis queridos palomiteros! ‘La Historia 253536’: Juan Pablo II, testigo del milagro del padre Luis. Basado en hechos reales, el Papa San Juan Pablo II fue testigo del milagro del padre Luis, al que hace pocas horas hemos recordado en la celebración de la Misa del Gallo.
Si se me permite la analogía, ha ocurrido lo mismo cuando el 21 de octubre de 2015 a las 16.29 horas Marty McFly regresó al futuro en Hill Valley, California. Momento que todos los cinéfilos celebramos a lo grande aquel miércoles histórico.
‘La Historia 253536’: Juan Pablo II, testigo del milagro del padre Luis
El caso es que el cortometraje navideño del director de cine Óscar Parra de Carrizosa (Bajo un manto de Estrellas, 2014), ya ha cosechado siete premios –con gran sorpresa en países musulmanes-, y supera las 20.000 visitas en YouTube desde su estreno hace casi cuatro semanas.
Creo que el punto de partida de todo este fenómeno lo puso en marcha Juan Manuel Cotelo cuando rodó en 2010 La última cima. En ese momento el paisaje en torno a la vida privada de los sacerdotes empezó a cambiar por completo. O al menos este documental mostraba a las claras un mundo desconocido para el gran público, que no podía imaginar lo apasionante, divertida y enriquecedora que puede ser la vida de los curas. No en vano, La Historia 253536 les homenajea.
Hasta la fecha, y desde aquel hito cinematográfico, son incontables las películas que han puesto su foco en la vida del día a día de los sacerdotes o en la fuerza de la eucaristía. Son los casos, por ejemplo, de Prefiero el Paraíso, Popieluszco, Vivo, Disparando a Perros, El milagro del Padre Stu, etc.
En cuanto a La Historia 253536, la película narra las vicisitudes del padre Luis, que lleva demasiado tiempo haciéndose demasiadas preguntas. Demasiadas dudas, demasiadas veces… Son las últimas horas del día de Nochebuena y el párroco de Santa Catalina acaba de comunicar una amarga noticia a sus feligreses: esa noche no habrá misa del Gallo en Vegas de Guadarrama.
“Los relatos de redención siempre me han apasionado. Realmente creo en su poder catártico y liberador. Y tengo la convicción de que todos tenemos derecho a equivocarnos, a tener dudas y a emerger de nuestras propias cenizas”
Preguntado sobre el porqué de este corto a su director y guionista -que desde 2018 filma cada año un corto por Navidad- me recuerda que “había escrito este cortometraje porque creo que habla de muchas cosas, pero principalmente de la redención.
Los relatos de redención siempre me han apasionado. Realmente creo en su poder catártico y liberador. Y tengo la convicción de que todos tenemos derecho a equivocarnos, a tener dudas y a emerger de nuestras propias cenizas. Dios no abandona a nadie. Y esa es la sensación que me encantaría dejar en el espectador. Que, pase lo que pase, Él está ahí. A la espera. Porque sigue creyendo en ti”.
Tal propuesta evangelizadora de cine ha pulsado, como ocurrió con Cotelo, una tecla que hace que día tras día las felicitaciones por el trabajo de Parra de Carrizosa -gestionado desde Dehon Produccciones– son cada vez más y, a su vez, dan paso a formularse otras preguntas: ¿Dónde puedo saber más sobre el milagro de este sacerdote?
“No es necesario ser creyente para conmoverse ante la voz y las señales del misterio”
El académico de las Artes Escénicas de España y catedrático de Lengua y Literatura española, José Luis González Subías, lo tiene claro: “Un excelente corto, con tintes unamunianos, capaz de remover y emocionar a quien esté abierto al misterio de la existencia. Gran trabajo del equipo artístico que ha dado sentido y forma al proyecto.
Un buen trabajo actoral, y brillante interpretación de un Valentín Paredes que traspasa la cámara con su voz y su intensidad emotiva. No es necesario ser creyente para conmoverse ante la voz y las señales del misterio que, desde mi agnosticismo, considero valiente y, por qué no decirlo, necesario incluso, en estos tiempos de creciente desorientación e incertidumbre que vivimos”.