¡Mis queridos palomiteros! ‘Todos lo hacen’: Un gran reparto no aúpa un guion predecible.
El pasado 28 de diciembre llegaba a los cines españoles la ligerísima comedia patria, Todos lo hacen, que supone la segunda incursión en el largo del joven madrileño de 35 años, Hugo Martín Cuervo -con 21 se convirtió en el cortometrajista español más joven en ser candidato a un premio Goya (Final, 2008)- tras su correcta Con quién viajas (2021). Distribuye solo en cines A Contracorriente Films.
El filme narra las andanzas de cuatro parejas jóvenes, que deciden acudir un fin de semana al hotel donde celebraron su boda, tras ser invitados por su dueño. El tema está en que, al llegar, el propietario del complejo está muerto.
‘Todos lo hacen’: Un gran reparto no aúpa un guion predecible
Martín Cuervo, después de la precitada Con quién viajas, incide en trastear con la comedia, salpicada de puntuales toques de thriller y humor negro sin llegar a ningún puerto seguro.
Este estilo de comedia de enredo y con mucho mejor acabo formal y de fondo, ya lo hemos visto en la muy recomendable Puñales por la espalda (Rian Johnson, 2019), que bebe de la solemnidad literaria -llevada al teatro y al cine- de la inglesa Agatha Christie, por ejemplo en su excelente Una visita inesperada (1958), primero escrita directamente para teatro.
Si bien es cierto que en el planteamiento argumental cinematográfico de Todos lo hacen también se adentra en el subgénero literario “¿qué hubiera pasado si…?”, que compartiría elementos estructurales con el trabajo teatral del escritor británico John Boynton Priestley, La herida del tiempo (1937). Una suerte de whodunit, en estos ejemplos teatrales descritos que, sin embargo, Martín Cuervo no ha sabido cocinar.
La causa principal de que Todos lo hacen no funcione ni convenza es su guion
En este sentido, la causa principal de que Todos lo hacen no funcione ni convenza, es su guion (escrito a dos manos por Marta Sánchez e Irene Niubo), conformista y que no asume riesgos. Y así las cosas, a medida que avanza intuimos lo que va a suceder y, en consecuencia, el resultado final resulta predecible. A ello se añaden contenidos absurdos en los diálogos y en situaciones extremas de sus personajes, no digamos ya en la resolución de la propuesta fílmica.
A la comedia le falta ritmo, golpes de humor, chispa
A la comedia le falta ritmo, golpes de humor, chispa. Y eso que su ambientación, atmósfera y puesta en escena no se aprecian defectos, la película está rodada con elegancia y cuenta con un inmejorable reparto en el que sobresalen los actores especializados en el género -eso sí, con personajes muy estereotipados y sin desarrollar, que favorecen el conflicto facilón- como Salva Reina, Julián López, Kira Miró o Carlos Santos. Y aunque Todos lo hacen se deja ver, no es más que otra constatación fallida de una película que, aunque conoce su destino, acierta poco durante su trayecto.