¡Mis queridos palomiteros! ‘Un largo viaje’: debut de Víctor Nores: buenas intenciones pero sin fuerza.
Aquí puedes escuchar mi crítica de la película
El pasado 10 de noviembre las salas de cine españolas acogían al drama social patrio en formato de road movie, Un largo viaje -nada tiene que ver con el filme bélico y homónimo rodado hace 10 años por el australiano Jonathan Teplitzky-, que supone el debut en el largo del experimentado cortometrajista madrileño Víctor Nores (Bellanca, 2016; Space mountain, 2018), quien también se ha responsabilizado del guion, tras alzarse con el premio a la mejor película en la 32 edición del Festival de Cine de Madrid. Distribuye en salas Premium Cine.
‘Un largo viaje’: debut de Víctor Nores: buenas intenciones pero sin fuerza
La película narra las andanzas de Violeta y Samuel. Ella es una mujer de mediana edad, hastiada de todo, rebelde a la fuerza, desconfiada. Y Samuel es un adolescente con los vaivenes emocionales propios de la edad. Son madre e hijo y su relación está más cerca de convulsionar que de otra cosa, independientemente de que su sustento económico sea muy precario precisamente ahora, cuando ambos han de irse a vivir juntos a una autocaravana. Interesante planteamiento para una road movie donde los personajes no salen de su Madrid natal.
Las relaciones padres / madres – hijos biológicos es uno de los temas más atractivos, explotados y frecuentes desde hace décadas en la historia del cine, que ya pusieron en valor grandes cineastas de nuestro tiempo como Gracia Querejeta con Héctor (2004); Miguel Hermoso con Como un relámpago (1996) o Pedro Almodóvar con Todo sobre mi madre (1999), entre un larguísimo etcétera de ejemplos españoles. En todos ellos los vínculos estaban fuera de foco, como en el caso que nos ocupa. Y, como ocurre a menudo en las operas primas, el peso del conflicto recae en los protagonistas de la aventura.
A Un largo viaje le falta desarrollar algo más el drama, puesto que se queda en la reiteración de situaciones sin que la trama crezca
Elisabet Gelabert y Christian Checa, que respectivamente dan vida a Violeta y Samuel, realizan unas afinadas interpretaciones, sus roles resultan creíbles y confieren al drama cierta personalidad. Además, Nores tiene buenas ideas cuando plantea la puesta en escena y su atmósfera -especialmente acertada en su tono costumbrista-, se aprecia que domina la cámara y sabe hacia dónde dirigir el pulso del conflicto.
Sin embargo, a Un largo viaje le falta desarrollar algo más el drama, puesto que se queda en la reiteración de situaciones sin que la trama crezca. De igual modo, el minimalismo del guion, con algunos diálogos forzados, resta fuerza a un historia estereotipada, que intenta en vano ofrecer una mirada optimista al caos moral y social de una sociedad en decadencia y desencantada. Tal vez, los ocasionales momentos en los que Un largo viaje exhibe comedia insuflan algo de oxígeno a una propuesta que se conforma con quedarse en las buenas intenciones.
