Calle Novoa Santos. Comienza en la avenida del Ejército y termina en la de Oza. 42 números. 220 metros. 15006.
Homenaje al mejor médico
No está claro en qué barrio está situada la calle de la que hoy hablamos. Entre A Palloza, el Corte Inglés, Cuatro Caminos y A Gaiteira se encuentra esta vía pequeña en longitud pero grande en homenaje.
Se dedica a Roberto Nóvoa Santos, un coruñés considerado por algunos el mejor médico de la historia de Galicia. Gran investigador y divulgador, revolucionó la medicina y fue conocido en todo el mundo. Su carrera se truncó demasiado pronto. Murió con 48 años, en diciembre de 1933. Apenas unos meses después, en junio de 1934, se aprobaría darle su nombre a uno de los nuevos lugares del ‘sector de la Palloza’, en cuyo callejero ya residía otro ilustre médico: Ramón y Cajal.
El caso es que, en algún momento, al pobre Nóvoa Santos alguien le quitó la tilde. Y así, como Novoa, de forma llana, aparece en la placa, el catastro y todas las referencias de los vecinos.
Registros, comercios y un santuario
Nóvoa, o Novoa Santos es una de las vías con más dinamismo de esta zona cuyo desarrollo estuvo muy marcado por el puerto. Hoy en día, son otros lugares los que marcan su actividad. Aquí están el Registro de la propiedad, varios talleres de coches y dos galerías. En una parte de la calle está ubicada la galería de arte Atlántica. En otra, una de las entradas a las galerías Ramón y Cajal. Abiertas en 1959, todavía están llenas de comercios, a diferencia de otros pasadizos situados en otras partes de A Coruña.
No todas las calles pueden decir que cuentan con un santuario. Nóvoa Santos lo tiene: la parroquia de Nuestra Señora de Fátima, que pasó de una acera a otra de la vía en los años 80 y está declarada como lugar santo desde 2006.
En esta calle está también la sede de Agafan, la Asociación Galega de Familias Numerosas. Hemos hablado con su vicepresidente, José Manuel Trigo, en COPE Coruña:
Una calle anclada en el tiempo
La mayoría de edificios están construidos en los años 60 o en los 80, y lo cierto es que la configuración de Nóvoa Santos ha cambiado poco, más bien nada, en las últimas décadas. Un paso de cebra repintado y la reforma, privada, de fachadas, son las únicas novedades en cuanto a obras en los últimos años.
En la calle han ido quedando bajos vacíos donde antes había una caja de ahorros, un despacho de loterías, un cíber o un restaurante que fue Estrella Michelín, Casa Pardo.
Para aparcar, hay que pagar
A la avenida de Oza, la del Ejército o a la Casa del Mar hay que ir a buscar las paradas de bus que conectan Nóvoa Santos con prácticamente toda la ciudad. Y mejor tener garaje para el coche, puesto que todas las plazas aquí son zona azul. Además la reciente implantación del carril bici se llevó por delante decenas de espacios de aparcamiento libre en la avenida del Ejército, y eso se nota.
El único verde que hay en Nóvoa Santos está dentro de un par de maceteros situados en la esquina con Pastor Díaz, una zona que bulle de actividad, sobre todo, los fines de semana, a la hora de la sesión vermú. Y es que, aunque no sea la calle más bonita del mundo, Nóvoa, o Novoa Santos tiene entre sus vecinos la fidelidad que da estar en una zona tranquila, con bares, servicios a mano y buenas conexiones.