- La gastronomía se convierte en el festival del gusto y los sabores
- El arte culinario está muy presente a través de la alta cocina
- Uno de los eventos más importantes del panorama musical internacional
Un verano más la cantera de Nagüeles se viste de gala. Por sexto año consecutivo este incomparable enclave marbellí, un auditorio natural por sus óptimas calidades acústicas y su privilegiado entorno natural, se convierte en uno de los centros de atención más importantes en el panorama musical internacional; aquí tiene lugar Starlite. El festival estrella –nunca mejor dicho– de Europa, por donde han pasado y están pasando los artistas más importantes del mundo. Pero en Starlite no solo se escucha buena música –que evidentemente también, claro– sino que es un lugar al que igualmente se puede acudir con la familia para, además de gozar de la parte musical, disfrutar de distintos espectáculos, arte, moda, fiestas, alegría…y de una amplia y extensa oferta de servicios complementarios con los que tanto jóvenes como mayores tienen la diversión asegurada durante su estancia en este paraíso de la diversión instalado en esa cantera marbellí, donde el icono de la fiesta es la música.
Gastronomía
Pero en un evento tan importante como es Starlite de fama internacional, la restauración no podía estar ausente, como es obvio. Por eso la organización de este festival ha tenido muy en cuenta el capítulo de comidas y bebidas. Y lo ha hecho a conciencia, a lo grande, no por “cumplir” con unos servicios básicos y necesarios, sino implicándose con la gastronomía en su más amplia acepción, conscientes de la importancia que tiene la culinaria como pieza clave en un macrofestival de estas características para asegurar al visitante el mayor confort y que éste recuerde su estancia en Starlite como uno de los mejores momentos de su vida.
Desde este año el área de restauración lo gestiona directamente la misma organización del festival y está formado por cerca de 500 profesionales de hostelería, quienes prestan servicio a cerca de 9.000 personas diaria a través de 24 puntos de bebidas, cuatro de comida rápida, y un restaurante de gran lujo atendido por Maria Cuadro, Alvaro Morales y David Trillo; gestora, chef y maître, respectivamente, con sus correspondientes equipo de sala y cocina.
Javier Bernardo, un señor que cuenta con una dilatada y exitosa carrera profesional en el mundo de la Hostelería y el Turismo tanto nacional como internacional, es el director de Alimentación y Bebida; la persona encargada de toda la parte de restauración de Starlite, quien amablemente nos recibió en el restaurante del festival a donde acudí acompañado del director de Cope Marbella, José Antonio Gomez y el responsable de Marketing de esta emisora, Nacho Martinez. El medio –Cope Marbella– que más incrustado ha estado y está en el tejido social de esta ciudad costasoleña y más ha contribuido, con su director a la cabeza y su irreprochable equipo de profesionales, a través de las ondas, a la promoción de este bella población malagueña. Cope Marbella ofrece a su gran audiencia, tanto local como nacional, puntual y precisa información de todos esos grandes acontecimientos que tiene lugar en esta ciudad, como es entre otros Starlite, con cuya organización mantiene una cálida y grata relación; de hecho la pasada edición de los prestigiosos Premios Cofrade, que esta emisora tan bien organiza todos los años, le concedió este importante galardón a Sandra García-Sanjuán, la fundadora de Starlite en reconocimiento a su trabajo.
Ya en el restaurante, la oferta gastronómica contribuye a alcanzar las expectativas de satisfacción que los visitantes al festival esperan; un concepto de cocina en vivo donde los comensales son testigo directo del proceso de cocinado de sus propios platos a cargo del equipo de cocina de Starlite, en cuyas elaboraciones los productos son de primerísima categoría. Ya que la excelencia y calidad que siempre van ligados a la marca son su seña de identidad. La carta está compuesta por las diferentes opciones que cada estación ofrece, además de una amplia selección de platos y postres con los que el Chef nos sorprende, completando así la propuesta. Una experiencia culinaria única en la que la gastronomía y la música forman una sinergia maravillosa con la que los amantes a estas dos disciplinas experimentarán una sensación idílica con la que disfrutarán y guardarán en la retentiva de su memoria y su paladar un grato recuerdo de su paso por este paraíso de sensaciones que activan los cinco sentidos. Porque en este periplo de emociones mágicas, tanto el gusto, el tacto, el olfato, la vista, y el oído serán compensados y recompensados. El comensal puede darle rienda suelta a su imaginación culinaria construyendo él mismo lo que su sentido del gusto le dicte, optando por un servicio de comanda o bien interactuar en modo de recorrido buffet por las diferentes estaciones donde encontrará frescura, calidad y producto de temporada que son las características más reseñables de este servicio, además de un amplio recorrido por la cocina de tendencia: desde la cocina de brasas, con la mejor selección de carnes y pescados, los arroces y pastas de la toscana hasta nuestro Sushi Bar donde el atún de Almadraba es el máximo protagonista. Un viaje que transcurre saboreando lo mejor de lo mejor en el que el disfrute de las veladas en Nagüeles estará garantizado