Uno de los pequeños placeres que te da la vida, con los cuales se alcanzan esos momentos felices que te ayudan a emprender el día con fuerza y optimismo, es disfrutar a primera hora de la mañana de una buena taza de un café “abellanao”, eso sí, acompañado de uno sabrosos y calentitos churritos. Pero no unos churros cualquiera, no no; sino, los de la churrería “La Macarena”, que regenta María Pérez (“La Mari”), para mí los mejores de La Isla.
Un sitio sin grandes lujo –ni falta que le hace– porque el lujo está en el placer de ser servido con la amabilidad de las personas que prestan sus servicios en este pequeñito local de la Ada. Duque de Arcos, de La Isla, además de la calidad de lo servido.
Porque tras esos deliciosos churros que se ofrecen durante las horas del desayuno, la churrería se transforma en una freiduría. En la que podemos disfrutar delatándonos con esos “pescaitos” frito tan típico y tradicional de este rinconcito del sur del sur.
Oneto