Dicen que lo bueno se hace esperar. Aunque sea un tiempo. Al igual que esperas por la nueva temporada de tu serie favorita o el día de tus vacaciones, las novias también se hacen de rogar en su llegada a la Iglesia.
Julia Roberts, se lo tomaba al pie de la letra en su película Novia A La Fuga. O si eres fan de la serie Anatomía de Grey, sabrás que las bodas son todo un acontecimiento en las que hay de todo menos puntualidad.
Pero hay que dar las gracias porque todo esto no es verdad y ya se sabe que, a veces, la ficción supera la realidad. El mundo real es algo más sencillo y no son tantos los minutos que el novio espera en el altar a su novia.
“Es una tradición y creo que con el tiempo va descendiendo”, afirma Javier Aguado, director de comunicación de la Asociación Española de Protocolo. Con los nervios, una espera corta puede parecer más larga. Porque como también dicen quien espera, desespera. En ese momento, Javier recomienda que alguien de la familia se encargue de comprobar que todo está en orden en la Iglesia.
Pero ¿Cuánto tiempo debe hacerse esperar la novia? No mucho. Aproximadamente unos 10 minutos. “Lo habitual es que si la boda es, por ejemplo, a las 10 de la mañana – dice Javier – el novio llegue 10 o 15 minutos antes y que a las 10 de la mañana llegue la novia”.
Eso sí, esta recomendación es orientativa. Porque para gustos los colores. No hay ningún problema en tardar un poco más o un poco menos. Y si tu novia tarda un poco más, no desesperes y recuerda que lo bueno se hace esperar.