Si hay algo que está claro en una boda es que uno se lo va a pasar muy bien. Pero ¿Quién no ha vivido esa situación de sentarse en la mesa y no saber qué cubiertos utilizar? Además, es típico que cuando te has sentado ya tienes tu trozo de pan en tu sitio. Pero ¿Cuál es el tuyo? ¿El de la derecha o el de la izquierda? Tranquilo, esto le ha pasado a todo el mundo. Así que, para que no te veas otra vez en esta situación, este manual de normas de protocolo te puede salvar.
Porque ¿Quién no se ha sentido alguna vez incómodo cuando el de al lado le ha dicho que se ha comido su pan? Javier Aguado es director de comunicación de la Asociación Española de Protocolo y te ayuda a que esto no te pase más con este pequeño manual:
1.Cuando termina el cóctel y es momento de sentarse en la mesa, tienes que comprobar si tu asiento está nominalizado o no. En caso de ser así, hay que esperar de pie al resto de invitados de esa mesa. Y una vez que se les saluda, es momento de tomar asiento.
“Señores, con su permiso me quito la chaqueta”
2. Otro asunto en el que la etiqueta entra en juego, es el momento de quitarse la chaqueta nada más tomar asiento. Para ello, es recomendable pedir permiso a tus compañeros de mesa. La forma correcta de decirlo, según Javier, sería: “Señores, con su permiso me quito la chaqueta”. En realidad, se trata de una deferencia hacia el resto de comensales. Con ello, “se transmite un saber estar”.
3. Llega el momento de empezar a comer. Y con ello, la tercera norma de este manual. Y aunque no es necesario decir “buen apetito” o “qué aproveche”, sí que hay que esperar a que todos los comensales estén servidos.
4. En cuanto a las copas, te darás cuenta de que tienes la opción de utilizar varias. En la actualidad, “en los caterings modernos no hay distinción entre copa de vino blanco o tinto, como antes. Ahora son iguales. La única diferencia la encontramos en la copa de agua y la de cava”.
6. También, te habrás visto en la situación de no saber qué cubierto corresponde a cada comida. Cuando Jack asistió a la cena de primera clase en Titanic, ya le avisó Molly Brown de que debía empezar desde el extremo hacia dentro. Y así lo confirma Javier: “los cubiertos están dispuestos de tal modo que los utilices de fuera hacia dentro”.