Hoy me propuse salir de casa con 50 euros, hacer vida normal y volver con dinero en el bolsillo. ¿El plan? Shopping y comer con una amiga. Parece sencillo, pero en Madrid, cada pequeño desplazamiento supone abrir el monedero.
Momento fitness: Primero me puse mis zapatillas MBT (dicen que ayudan a ejercitar los músculos de las piernas y los glúteos) y fui andando hasta la calle Fuencarral. ¿El propósito? Quemar calorías sin contratar un entrenador personal ni apuntarme a un gimnasio.
Momento beauty: Una vez ahí, me dirigí a la tienda de cosmética Kiko, sin haberme gastado ni un euro en taxi ni en autobús, y me compré una laca de uñas color rosa chicle, el color de la temporada, por 1.99 euros. Se llama ‘Pink Flamingo’, hasta el nombre me gusta. Es muy ‘Miami’ como los ‘tops’ que presentó Prada para este verano.
Momento shopping: Convencí a mi amiga para que me lleve a un centro comercial en las afueras donde el parking es gratis. No hace falta poner ticket de parking cada hora, ni estar pendiente del coche. Me compré una camiseta de algodón ‘oversize’, estilo rockera con calavera, a lo McQueen, por 2 euros, en la sección de hombres, de una de las tiendas.
Momento comida: Siempre dentro del centro comercial, encontramos un restaurante de menú de ensaladas donde tomamos primero, segundo, postre y café… y repetimos, por 8.95 euros cada una, todo incluido.
De vuelta a casa tenía 37.06 euros en el bolso (…de Chanel) y una sonrisa. Misión cumplida.