Entre los invitados más curiosos de Cibeles están la ‘troupe’ de las princesas Kuwaitíes y su séquito. Han venido varios días y han variado cada día sus estilismos.
Han revolucionado los camerinos de los diseñadores post desfile y han querido comprarlo todo. Son de la idea de que en moda, o lo tienes ya, o te olvidas de ello. Gratificación inmediata o nada.
Pero yo no quería hablar de este tema. De lo que quería hablar es de sus accesorios recién aterrizados del medio oriente.
Zapatos de Louboutin de suela roja con floripondios de plástico, bolsos de Chanel color oro metalizado con zapatos de tacón bicolor con un logo enorme, por si no ha quedado claro de que firma son.
Nos ha quedado claro de dónde es cada cosa, y lo que nos ha quedado más claro aún, es que los diseñadores hacen una colección especial para las mujeres árabes que se adapta más a sus gustos (y menos a los europeos).
Estoy deseando que vengan las mujeres de algún oligarca ruso, porque los Louboutins y los Chaneles producidos para ese mercado, sí que debe ser un espectáculo.