Cuando trabajaba en el Times en Londres, mis compañeros de The Sun siempre me contaban las mejores anécdotas de los famosos. A su vez, ellos las habían oído de sus contactos que tenían repartidos por la ciudad. ¿Y sabéis quiénes eran esos contactos? Los camareros, maîtres, conserjes, porteros, dependientes de tiendas y las chicas de los guardarropas de las discotecas.
Me acordé de esto en mi trayecto del hotel al aeropuerto de Orly en París ayer. Mi conductor, un señor muy simpático y con ganas de hablar, procedió a contarme su semana… y siendo la semana de la moda de París, había mucho que contar. Me dijo que llevó a Orlando Bloom a comprarle un regalo a su mujer la modelo Miranda Kerr, a la cual fue a ver desfilar para Balenciaga el jueves.
También dijo que una de las noches le tocó llevar a Orlando junto con Leonardo DiCaprio y Salma Hayeck, a un restaurante italiano que se llama Pavillon Puebla, perdido en medio de un parque llamado Parque Buttes-Chaumont y que tardaron una hora en llegar por los atascos. Al parecer, la elección de ese restaurante había sido de Leo. En internet me informo que el dueño se llama Vincent Cozzolli y que efectivamente, ‘Leo’ es fan de su cocina.
foto: Stephane Feugere
Después se enredó, él solo, en una discusión filosófica sobre cómo las mujeres que se proponen algo lo consiguen. Habló de Salma Hayek, que según él no valía nada, y que había «enganchado» a Pinault, y pasó al ejemplo de Carla Bruni, que también según él, no es gran cosa, y que se casó con un presidente de Estado. Ahora, eso sí, no dejó de informarme que es sabido en París, que Monsieur le Président tiene un picadero donde desfilan chicas día y noche…
Desde luego, me enteré de más cotilleos sentada en el asiento de detrás de un Mercedes, que en la comida de Loewe la noche anterior en el restaurante más cool de París: Kaviar Caspia… y eso que estaba sentada con Cayetano Rivera, Isabel Preysler, Tamara Falcó, Jaime de Marichalar, Marisa de Borbón y Carmen Lomana, en el restaurante donde también estaban comiendo Miuccia Prada, Grace Coddington, Bianca Brandolini y el actor americano Stephen Dorff.
Eso sí, yo también tengo mi anécdota. A Stephen Dorff nos lo encontramos fumando cuando salimos a fumar a la calle (yo no fumo, pero era para dar una vuelta). Es encantador. Y para tener un recuerdo de esa noche, le pedí que nos hiciera una foto a mis amigos y a mi. Aquí está, Alejandra, Ramón (el dueño de Caviar Kaspia) y yo.
foto: Stephen Dorff