Fin del mundo 2012 - Léxico fashionista
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Fin del mundo 2012

La semana de la moda de París no ha terminado aún, y lo que menos hemos hecho, es hablar de tendencias. ¿Y qué es de lo que más se ha hablado? Rumores, cotilleos y noticias, que parecen claras señales del Apocalipsis sartorial que se avecina. El momento por el que está pasando el mundo de la moda es digno de una profecía de fin del mundo de Paco Rabanne.

 

 

 

 

Lady Gaga portada del Vogue Homme japonés y el úlitmo desfile de Lacroix donde apluade Carine Roitfeld desde la primera fila.

 

Muchos dicen que esto se veía venir de lejos. Hace unos meses Christian Lacroix, cuya firma propia ya no existe, diseñaba una colección para Desigual, mientras Vogue Paris se quedaba sin Carine Roitfeld, y Lady Gaga se vestía de carpaccio y la gente decía que eso era moda.

La debacle Galliano llegaba al mismo tiempo que Manolo Blahnik diseñaba un zapato joya para Tous (dos nombres que nunca había pensado posible usar en una misma frase), y David Delfín cerraba su tienda de Chueca y colaboraba con los caramelos Smint.

 

 

 

Christophe Décarnin, el edificio de Balmain en París, y la publicidad de este otoño/invierno

 

Se sigue sin confirmar, si es verdad la noticia que Christophe Décarnin, el diseñador de Balmain que no estaba presente en su propio desfile, está ingresado en una clínica psiquiátrica, y que fue su ‘assistant’ la que hizo la colección que desfiló en París. Mientras tanto, el New York Times publica que a la diseñadora de Chloë, Hannah MacGibbon, no le han renovado todavía su contrato (puede que no lo hagan), y según la rumorología ‘fashionista’, el pobre Stefano Pilati está con un pie fuera de Yves Saint Laurent.

 

 

Karolina Kurkova con el modelo hombre Andre Pejic y fotos de una editorial donde fue el protagonista

 

Mientras tanto, la casa de joyas Bvlgari pasa a formar parte del ‘portfolio’ de LVMH (Hermès se resiste), se exhibe la colección de Galliano, sin Galliano, y el ‘femiman’ Andre Pejic (un modelo hombre que parece una mujer) declara que se cambiaría de sexo por desfilar para Victoria’s Secret.

Lo único que sacamos en claro es que los que busquen trabajo en la industria de la moda, pueden dirigirse rumbo París con su currículum actualizado bajo el brazo… aunque según decía en su día Rabanne convertido en Nostradamus, corren el riesgo de que se les caiga la estación espacial MIR encima.