«Mamá veo piernas de Angelina». Desde que «Angie’s right leg» tiene Twitter, veo muslos expuestos en todas partes, desde Cannes hasta el Elíseo. Sí, porque mientras algunas critican a Valérie Trierweiler por llevar zapatos de YSL de 770€, en su «tour de EEUU», yo solo veo su «pierna de Angelina». Es su forma de que no hable de su gasto innecesario por un para de zapatos, siendo quien es su marido, siendo quien es ella, y siendo la política económica de su país la que es.
Otra de mis neuras es que las mantas de los aviones no están bien lavadas. Nadie me da garantías y no me saben decir qué suavizante han usado y si me puede producir alergias. Por este motivo viajo con mi propia manta desde que tengo uso de razón, como hace Chloe Sevigny. Chica lista.
Y para cerrar la lista de psicosis por hoy: los vestidos de cola. Ya tengo claro que nunca podré llevar uno, a no ser que ahorre para poder pagarle a un «assistant» (los becarios ya no se prestan para estas cosas) para que me coloque todo el rato el tren, como hacen con los de las «celebrities» sobre la alfombra roja (y en la foto a Nina Dobrev de «Crónicas Vampíricas»).
