Hace tiempo entró en el léxico de la moda la expresión «vestido joya». Se refería a aquellos vestidos que llevaban bordados de pedrería y especialmente en la parte superior, como imitando un collar. Estos vestidos resultaron ser nada prácticos porque la única forma de lavarlos, según su etiqueta, era en el tinte (por miedo a que las piedras pierdan su color, se descamen etc).
Pero gracias a la estética del vestido joya, nació una nueva forma de llevar los collares. Si antes las normas no escritas dictaban que las joyas tenían que ir sobre la piel, como en la foto de streetstyle, hoy se admite el llevarlas sobre el top, la camiseta o el vestido, para crear un efecto superpuesto. Las dos opciones ya son válidas.
Ahora, cualquier vestido admite un collar, por muy cerrado que sea su escote. Para ver la diferencia que marca una joya en un estilismo, no hay nada más que ver la foto de Charlize Theron, en su vestido azul y la de la «socialite» Poppy Delevingne. Ambas llevan un traje muy parecido, pero una le añade un collar XXL. Poppy deslumbra, Charlize se queda corta.
Para camisetas o tops más cerrados, puedes usar una gargantilla, más pegada al cuerpo, como las que te proponemos aquí. Si quieres una gargantilla versátil invierte en una con colores neutros como la de Dior de la colección de otoño invierno. Pero si te atreves a coleccionarlas, hazte con alguna OTT (Over The Top), que en inglés significa «más que exagerada», como la de la nueva colección de labios de Patricia Nicolás o la de OhmyGOd de la foto de streetstyle. Y recuerda, en bisutería, es mejor pasarse de tamaño a quedarse corta… en joyería, eso ya es otra historia, por cuestión de precio.