Cuándo se agotaron los bolsos con detalles flúor de la colección «Oro» de Loewe –a pesar de la campaña viral poco acertada que hizo la firma– sabíamos que algo estaba pasando. Y es que nadie puede resistirse a la tendencia fluorescente, por mucho que lo intente. Los tonos que llegan directos desde las portadas de los vinilos de los 80s, triunfan cada vez que vuelven a ponerse de moda, y esta vez va para largo.
El mismo diseñador Philip Treacy nos contó que no para de ver flúor en todos los «showrooms» de ventas de tejidos y de abalorios (para más información, él usa camisetas fosforito bajo sus chaquetas).
La verdad es que estos colores favorecen mucho, y más en verano, para los que luzcan una piel más dorada (ya sea por el sol, como por el autobronceador), porque resalta el moreno y logra dar ese aspecto saludable estival (con o sin vacaciones de por medio).
La clave para acertar con los tonos fluorescentes en un estilismo es llevarlos de uno en uno (elige entre rosa, verde o amarillo, los que más favorecen) y combinarlo con colores neutros. En el fondo esta es la carta de colores que han seguido a la hora de elaborar los mismos bolsos de Loewe.
Entre los objetos de culto del verano están las camisetas fosforito de algodón vintage de la firma italiana My T-Shirt, con dibujos de calaveras, los bolsos de Nylon de Chanel y las sandalias fosforito. Detalles como estos se podrán seguir usando en invierno con denim, tonos grises o negros.