Hasta hace poco las chicas se volvían locas por los vestidos con bolsillos incorporados. Los diseñadores nos vendían que podíamos introducir las manos en ellos y que esto le daba una cadencia elegante al andar…
Esto es verdad. Pero una vez que sacabas las manos y te quedabas de pie, algunos hacían unas bolsas antiestéticas que agregaban kilos a tus caderas. Ahora existe una nueva modalidad: los bolsillos falsos o de plastrón… una versión moda del trampantojo.