Me gustaría que mi último post de este año sea una reflexión no sobre el pasado (retrospectivas ya ha habido bastantes entre la de Yves Saint Laurent, la de Prada y Schiaparelli, la de Jean Paul Gaultier o la de Louis Vuitton…), sino sobre lo que nos depara el futuro próximo.
Las incógnitas son las de siempre, la incertidumbre fiscal, las dificultades laborales y la inestabilidad política… y si subirán aún más los precios de los Birkin de Hermés. De todo lo que he leído, me quedo con las palabras del escritor francés Jean d’Ormesson, que dice en una entrevista en «Le Figaro» que el 2013 será «un año boomerang».
La explicación más rápida de este concepto, es que será el año en el cual recogeremos todo lo que hemos sembrado. Esto se puede aplicar a todo tipo de conceptos, no solo a inversiones o no inversiones financieras, o a movimientos políticos, sino también a energías. Para los que creéis en el karma (por ponerle un nombre que todos podamos entender), en el 2013 recibiremos lo bueno, o lo malo, que hemos lanzado al cosmos durante los años anteriores.
Espero entonces que hayáis sido buenos. ¡Feliz 2013!