Las chicas estamos hartas de que nos duelan los pies. En protesta a tener que sufrir subidas a andamios de 15 centímetros del suelo, unas cuantas se han rebelado. Predecimos una vuelta al look de Melanie Griffith en «Armas de mujer», pero sin tener que cambiar el calzado «sport» nada más llegar a la oficina.
Es oficial. Si las gurús de la moda como Tamu McPherson (Directora de Grazia.it) o Julia Sarr (Directora de moda de la revista Wonderland) se han presentado en los desfiles con sus Nike Free Run y sus Air Max, nosotras también podemos llevar las deportivas como si fueran bailarinas, sin más. Sí, incluso con faldas.
Las gracias se las tenemos que dar a Isabel Marant y su invento de deportivas con cuña, lo cual ayudó a poner otra vez a las zapatillas «sport» en el mapa «fashionista». Le siguieron Marc Jacobs, con sus «high tops» y hasta Louboutin, con sus zapatillas con pinchos. Las grandes firmas de deporte tomaron nota y aprovechándose de la tendencia flúor de este pasado verano, ampliaron la gama de colores para el deleite de las estilistas.
En mi lista para los Reyes, las deportivas de Balenciaga, que no son aptas para el gimnasio, sino solo para el asfalto impoluto de Le Faubourg Saint-Honoré, son mi primera opción.