Las menos sentimentales, tienen dos opciones para poder sacarle provecho a su traje de novia, más allá del día de la boda…. siempre y cuando no les haya dado por destrozarlo en la post fiesta (ver foto de la maquilladora Jemma Kidd saltando a la piscina).
La primera opción requiere que tengas un plan desde el día uno. Esto significa que si vas a hacerte un vestido a medida, hables con el diseñador/modista/costurero para mirar opciones de reconvertir el traje post boda. Muchas chicas deciden descoser la parte de arriba y usarla como top, y también aprovechan la falda larga, por separado. Otras acortan la falda y hacen un vestido corto.
La segunda opción es teñir el vestido de otro color para poder usarlo como traje de noche. Esto funciona siempre y cuando el modelo en cuestión no sea demasiado princesa. Si tu vestido de novia es sencillo, sin tutú ni volantes y volúmenes excesivos, adelante.
Si ya has comprado tu vestido y no habías pensado en reconvertirlo y ahora te está gustando la idea, no desesperes. Con suerte puedes usarlo tal cual está. Es más, hay chicas que compran vestidos de novias (tirando a básicos) y los usan para salir de noche, y todo sin tener que pasar por el altar.