Esta vez voy preparada. Como la leche de vaca me sienta mal, llevo un «tetrabrik» de leche de soja y lo cuelo en la nevera de una de las salas de los sponsors. Ahora ya puedo tomarme un café con leche a media mañana. Y más tarde…
12.30 – una Coca Cola Light y patatas fritas en la sala de prensa mientras repasamos las fotos de los primeros desfiles con los fotógrafos del equipo ABC.
13.30 – encuentro un sobre de vitamina C en mi bolso. Era el que estaba buscando ayer. Lo mezclo con agua y espero a que me de un subidón. ¿Por qué no está Red Bull entre los sponsors cuando lo necesitamos?
14.00 – comedor de prensa. Es como el de los colegios, pero con vistas a la carretera. Hemos tenido suerte porque en el menú hay pollo asado. Difícil que no esté bueno, o al menos que sepa a otra cosa que no sea pollo. La otra opción es brocheta de carne. Nadie pregunta si es de caballo. Para beber, otra Coca Cola Light y de postre un helado para aguantar hasta la noche.
18.00 – me como los cacahuetes recubiertos de chocolate que nos regalan en uno de los desfiles (muy «light» todo).
20.00 – ya en casa no tengo fuerzas para ir al evento de esta noche, ni para hacer la cena. Me hago un triste sándwich de pavo con pan integral, mando la crónica y me meto en la cama. Me planteo llevar «tupper» mañana.