Por si no tuviesen ya bastantes problemas diplomáticos con Gibraltar (¡Español!), los ingleses también se han molestado con EEUU. En concreto se han picado con la cantante norteamericana Kelly Clarkson y una reciente adquisición suya.
La rubia tejana compró un anillo que perteneció a la novelista británica Jane Austen en una subasta por la frívola suma de 237.000 dólares y de forma anónima. Al enterarse que la que había pujado por él era una celebrity «made in USA» saltó la alarma en las oficina del «Foreign Office» (Ministerio de asuntos exteriores).
Pues resulta que los simpáticos ingleses han decidido que el anillo es poco más que patrimonio cultural nacional y no quieren que salga de su país. No vaya a ser que la yankee vulgarice ahora la joya, transformándola, como ella pretende, en su sortija de pedida.
Como lo oyen. Ha intervenido hasta el mismo gobierno británico que ha prohibido la salida del anillo de suelo nacional hasta septiembre, con opción a extender este curioso embargo. Si un británico o fundación británica es capaz de igualar la suma, este individuo u organización se podría quedar con la sortija. Si la cantante pop es despojada de su compra, siempre podrá esperar al 2017 para hacerse con un billete de 10 pounds, en los cuales figurará el rostro de la mítica autora inglesa.